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56 ARTURO LEYTE COELLO totalidad. «Final» significa, así, disolución, y por eso, realización de la metafísica. La filosofía de Nietzsche es la expresión de ese final. Pero entonces toda la historia de la filosofía, ahora ya definida como historia de la metafísica, es sólo la preparación de la filosofía de Nietzsche, de la metafísica de Nietzsche, o lo que es lo mismo, la preparación de las nociones claves de esa filosofía, la de ‘voluntad de poder’ y la de ‘valor’. En ese sentido Nietzsche es, como final, final de la filosofía moderna, por cuanto la voluntad de poder es la expresión definitiva de la moderna com prensión del sujeto, y final de toda la historia de la filosofía, en cuanto que la noción de valor es la expresión y grado último, más desarrollado, de la idea platónica. En su obra «Nietzsche», Heidegger cierra el círculo de su comprensión del pasado, y al comprender a Nietzsche como final, lo entiende por eso mismo como ‘punto de partida’, a saber, punto de partida de la interpreta ción del pasado, que puede ser comprendido como una unidad, al punto de poder hablar de «historia de la filosofía» como un título simple, precisa mente porque existe «Nietzsche». A Heidegger se le hace claro en la década de los años 30 que no es ya el lenguaje del sujeto y la idea, no es ya la metafísica de la substancia la que impide un pensamiento nuevo como el que intentó en «Ser y tiempo», sino una realidad que está constituida ‘metafísicamente’, constituida según la noción de sujeto, en un tiempo en que esta palabra ya no significa hombre. ¿Qué se puede hacer entonces? «Para poder entrar en el Da-sein, resulta una tarea ineludible comenzar la superación del platonismo por medio del conocimiento más originario de su esencia»e. Superar este estado de cosas pasa por revisar de nuevo, hasta su esencia, la historia del platonismo, que concluye con Nietzsche. Esta revisión tiene que ser una presentación que comprenda verdaderamente la historia de la metafísica, es decir, que la comprenda no desde ella misma, sino desde fuera, desde su esencia. Así, «La superación del platonismo, de esta manera, es una decisión histórica de la mayor trascendencia y al mismo tiempo la fundamentación de una historia filosófica de la filosofía distinta a la de H egel»1. Si lo leemos desde su perspectiva final, en eso consiste el «Nietzsche» de Heidegger. En efecto, el «Nietzsche» acaba siendo precisamente esta historia no hegeliana de la filosofía, porque ya no se trata, como en Hegel, de cerrar el edificio del sistema, sino de poner una base nueva para pensar 6. M. H eidegger , GA, vol. 65 (»Beiträge zur Philosophie»), p. 221. 7. M. HEIDEGGER, GA, vol. 65 (»Beiträge zur Philosophie»), p. 221.
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