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10 MARIANO ALVAREZ GOMEZ es ciertamente algo que se muestre de manera contingente o azarosa, de modo que más allá del mismo hubiera algo que no se muestra. Menos que ningún otro el concepto de ser y su sentido admite la referencia a algo que está más allá de lo que por principio aparece. Ocurre sin embargo que, si bien «detrás de los fenómenos de la Fenomenología no está en lo esencial ninguna otra cosa, puede aquello que debe llegar a ser fenómeno estar oculto. Y precisamente porque los fenómenos por de pronto y en la mayo­ ría de los casos no están dados, se necesita la Fenomenología»7. En cone­ xión directa con esta convicción está coherentemente la de que lo verdade­ ro es preciso sacarlo de su ocultamiento y «hacerlo ver como desoculta­ do» 8, un punto de partida éste tan sencillo en sus comienzos como comple­ jo en su desarrollo y en sus implicaciones9. En todo caso, aquello de que se trata, llámese fenómeno, ser del ente, simplemente ser, etc., tiene una índole paradójica: está próximo y sin embargo no está a la vista. De ahí que la detectación del fenómeno vaya en Heidegger unida por principio a una reflexión sobre proximidad (Nähe) y lejanía (Ferne), y que a su vez el significado y alcance de estos conceptos varíe según sea a su vez el signifi­ cado de las cosas. Pero en todo caso, aquello de que habla responde al «concepto fenomenológico de fenómeno», lo que implica que se encuentra enmarcado en el ámbito de la intencionalidad, por más que Heidegger no tienda a utilizar este término. Por esta razón, tenga o no prioridad el «Sein» sobre el «Dasein», no es posible conferir autonomía a ninguno de los dos, como si se tratara de realidades que existen con independencia la una de la otra 10. La intencionalidad supone en efecto que las distintas actividades del sujeto están referidas a las figuras que les confieren sentido, pero que éstas a su vez no representan una realidad a reproducir o a desear por 7. O. c.t 36. 8. O. c.t 33. 9. Cf. E. TUGENDHAT, Der Wakrheitsbegriff bei Husserl und Heidegger. W. de Gruyter, Berlin 1967. 10. Es uno de los aspectos en que insiste W. Schulz en el artículo mencionado en nota 5. El término «Intentionalität» no cuenta en la obra más conocida de Heidegger. En el Index zu Heideggers «Sein und Zeit» de H. Feick, 2.a ed. Niemeyer, Tübingen 1968, no aparece siquiera mencionada. Sin embargo, en las Lecciones del semestre de verano de 1927, publica­ das por vez primera en 1975 bajo el título Grundprobleme der Phänomenologie, V. Kloster­ mann Frankfurt 1989, Heidegger expone de una forma muy precisa el concepto de intencio­ nalidad (cf. pp. 77 ss). Lo interesante es no sólo que Heidegger hace suya la intencionalidad y la radicaliza, haciendo de ella «la estructura esencial del sujeto mismo» (p. 92), sino que deriva de la forma concreta de entenderla las nociones de «Dasein» y de «diferencia ontológi- ca (pp. 90, 102), así como la superación de la diferencia entre sujeto y objeto (pp. 84 s, 89, 91). La tendencia frecuente a subjetivizar la intencionalidad (cf. p. 89) puede haber inducido a Heidegger a no utilizar habitualmente el término.

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