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UNA PECULIAR VUELTA A LAS COSAS 25 es «ser en las cosas o cabe las cosas», puesto que «somos —en el sentido riguroso de la palabra— los condicionados por las cosas (Be-dingten)»6\ referidos como estamos constitutiva y exclusivamente a las mismas. Cabe decir incluso que el círculo que se establecía ya en la primera época entre el hombre y su mundo se estrecha y se intensifica ahora. En segundo lugar, aunque estas reflexiones de Heidegger tienen lugar con posterioridad a la «Kehre», por tanto en un contexto en el que el hombre se ha superado a sí mismo como sujeto, ha dejado de considerar al ente como objeto y al contrario deja hablar al ser mismo y deja ser al ente62, sin embargo esta retirada del hombre para dejar ser a las cosas mismas, a «las cosas como cosas», no significa que su presencia sea menor. La referencia del hombre a las cosas se corresponde con una referencia, igualmente constitutiva, de las cosas al hombre, puesto que las cosas en cuanto cosas «no llegan sin la vigilancia de los mortales», aunque «no llegan mediante el manejo del hombre»63. Esta intensidad de presencia se afirma respecto del otro polo de la «intencionalidad», para decirlo con el término husserliano, que Heidegger no usa en este contexto, sin duda por sus connotaciones en la línea de la filosofía de la subjetividad. La cosa parece afirmarse en sí misma, con independencia de toda referencia al hombre. Luego se advierte que no sólo no es pensable sin tal referencia, sino que ésta es fundamental, hasta el punto de que en las cosas como cosas se encuentran como elemento constitutivo los mortales, los que «son capaces de la muerte en cuanto muerte»64. El que se trata de cosas en cuanto cosas sirve por de pronto como demarcación. No se trata de cosas en cuanto objeto de representa­ ción o manejo. Pero tampoco de cosas que tengan significado al margen de su referencia al hombre y a su mundo. La afirmación en «las cosas sencillas» no puede ocultar que, además de una intensionalidad sui generis, tenemos que ver también a su modo con un doble tipo de «reducción», una de índole trascendental, en cuanto que «el paso atrás (der Schritt zurück) desmonta el mundo constituido de obje­ tos en busca de algo tan oculto y difícil como las cosas en cuanto cosas, que se perciben no mediante el pensar representador o explicador, sino mediante «el pensar rememorante» o meditativo (das andenkende Den- k e n f 5. La otra reducción, de índole eidética, se echa de ver en que la 61. O. c., 179. 62. Cf. «Die Zeit des Weltbildes» (1983), en Holzwege, 104. 63. «Das Ding», 180. Cf. «Der Ursprung...», 20 s. 64. «Das Ding», 177. 65. O. c., 180.

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