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Presentación Una peculiar vuelta a las cosas En su última etapa, Heidegger parecía estar muy ocupado con el tema de lo sencillo, «das Einfache». Esta ocupación llegó a convertirse en preo­ cupación, como se desprende de alguna de sus manifestaciones en circuns­ tancias bien significativas. La falta de tiempo y sobre todo de sosiego para poder seguir dedicándose a lo sencillo equivalía a poner en peligro la ruta del pensamiento mismo1. ¿Cabe pensar en una afición extravagante, expli­ cable por la edad? ¿o es que el desencanto producido por la inevitable recaída en los múltiples y rutinarios asuntos de cada día pudo haber provo­ cado la añoranza de lo totalmente opuesto, de lo que es de todo punto simple y por tanto ajeno a cualquier contaminación de lo múltiple? Quie­ nes con una intención crítica o simplemente negativa tienden a situar el pensamiento del último Heidegger en una órbita metafísica, por no decir mística, están de hecho alimentando la idea de que estamos ante un con­ glomerado de reflexiones poco coherentes, abstrusas y en todo caso suma­ mente abstractas. Este tipo de sospechas no es nada nuevo. En un breve ensayo de 1807, Hegel se hace eco de un prejuicio que identifica metafísica con abstracción y una y otra con una carencia de sentido para lo que son las cosas concretas2. La referencia viene a cuento tanto más cuanto que Heidegger, en las Lecciones de 1936 sobre Schelling3, recoge y hace suyas las observaciones críticas de Hegel acerca del carácter presuntamente con­ creto del llamado sentido común en su reiterada revuelta contra la metafí­ sica. Quien piensa «abstractamente», en su significado peyorativo, no es la metafísica sino el sentido común. Análogamente, lo que aquí se pretende es apuntar a que las reflexiones del último Heidegger, metafísicas o no, están animadas por el intento fun­ damental de recuperar las cosas pura y simplemente, las cosas en cuanto 1. Su negativa a que la entrevista concedida al «Spiegel» en 1966 se publicara antes de su muerte la razonaba así: «No es arrogancia ni capricho, sino únicamente la preocupación por mi trabajo, cuya tarea se ha vuelto cada vez más sencilla con los años, y esto significa, cada vez más difícil». Spiegel. 23, 31/5/1976, p. 3. 2. G. W. F. HEGEL, Werkausgabe 2, Suhrkamp, Frankfurt 1970, 515 ss. 3. M. H eid eg g er, Schellings Abhandlung über das W esen der menschlichen Freibeit (1809) Niemeyer, Tübingen 1971, 94 s.

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