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434 JOSE LUIS LARRABE Unos han defendido la identificación intencional , existencial, de mente y corazón, de imitación del ejemplo leído y representado. A otros esto les parece poco: piensan y hablan de una fuerza impetratoria de la liturgia, una especie de causalidad orante que todo lo alcanza de la divinidad en orden a la salvación deseada y pedida. No faltan quienes defienden que se trataba de una causalidad consecratoria\ «celebrando» consagraban sus vidas al dios o a la diosa y éstos asumían sobre sí la protección salvadora de los así dedicados. Se consagran esas vidas en una especie de «metousía» de identificación , siendo transferidas al ámbito de la divinidad. Finalmente, otros autores piensan en una causalidad eficiente (aunque estos términos sean sólo tardíos), queriendo significar con ello que los así empeñados y dedicados a lo divino, los «mistas», son tomados a su cargo y protección por la divinidad; esas celebraciones han sido eficaces para lograr el agrado de los dioses, se llega así a la «metousía» de identificación con la divinidad y transformación en la persona iniciada que celebra esos misterios ^on misterios vitales. Ahora bien: ¿qué valor teológico y salvífico tienen estas expresiones de religiosidad? 3. Valor teológico y salvifico La respuesta a esta cuestión fue afirmativa en los teólogos de ayer y de hoy5. La razón que daban ya desde San Agustín6y Santo Tomás7era que tenían fe implícita, le daban visibilidad y estaban bajo la atracción salvífica de Dios: a lo cual daban expresión con su vivencia interior expresada exteriormente. Es más: Santo Tomás les concedió un valor «cristiano» en cuanto que participaban anticipadamente del valor salvífico del único y universal Salvador que es Cristo. Para Schillebeeckx, eran proyección de la sombra (más bien la luz) anticipada, aunque de forma imperfecta, de los sacramentos de Cristo y de su fuerza salvadora8. 4. No así los «misterios» de la Filosofía Griega: teóricos En los que se pasa del ámbito cultual al cultural, filosófico, teórico: verdad oculta, «misteriosa». Es ahora como una teoría difícil de entender, no necesariamente de tipo salvífico: «alezeia apokekrimene» es o puede 5. E. SCHILLEBEECKX, Cristo, Sacramento del encuentro con Dios, San Sebastián 1964, cap. 1. 6. De doctr. Christ. II, 1, 2-3: PL 34, 35-37. 7. S. Tomás, Suma Teológica , III, q. 61, a. 3 ss. 8. E. S c h ille b e e c k x , ibid., cap. 1.
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