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LA FENOMENOLOGIA, METODO PREVALENTE EN EL ACCESO... 413 Dos aspectos distintos, pero complementarios, distinguimos en el méto­ do fenomenológico. De ambos es necesario tomar conciencia para practi­ carlo rectamente. En su primer aspecto se presenta ante nosotos como un precioso instrumento para llegar a las cosas y conocerlas; es entonces un método de conocimiento. En su segundo aspecto se preocupa de hallar el lenguaje más adecuado para expresar lo conocido; es, según esto, un méto­ do de expresión. Analicemos brevemente ambos aspectos. a) Como método del conocimiento En este momento inicial nos place proponer un muestrario de este pri­ mer aspecto del método fenomenológico. Nos lo ofrece el mejor crítico literario de este siglo en España, Dámaso Alonso, presidente durante años de la Real Academia de la Lengua. En su análisis de la Oda a Salinas del maestro fray Luis de León, una de las cúspides de la lírica española, utiliza tanto el método histórico-crítico como el fenomenológico5. Por el primer método hace ver este crítico como en dicha Oda están presentes ideas pita­ góricas, platónicas, mitológicas, cristianas, etc... Por lo que toca a las cristia­ nas, el crítico ve en el trasfondo de la estrofa quinta, la más bella escrita en español, según opina, la concepción grandiosa que contempla al mundo como un «canto divino », como una «sinfonía celeste », traducción de aque­ llas otras fórmulas latinas: «magnun carmen », «carmen pulcherrimum» que tanto gustaba comentar San Agustín y que hallan resonancia agrandada en San Buenaventura6. Reconocemos agradecidos que la historia de estar mar de belleza metafísica y cristiana se la debemos al método histórico-crítico. Pero Dámaso Alonso, en el momento mismo en que el método históri­ co-crítico parece haberlo dicho todo, pide que nos encaremos directamente con el «poema en sí». Y esto al margen de todo posible influjo histórico. Que nos hable el poema; que nos emocione; que transporte nuestro espí- 5. Dámaso ALONSO, Poesía Española. Ensayo de m étodos y límites estilísticos , Madrid 1950, 174-192. 6. D. Alonso cita como fuente la epístola A d Marcellinum (Classis III, 138, cap. 1, 5: PL. 33, c. 527) donde San Agustín da razón de los cambios de Dios en la historia como un «modulador» que da variedad a su canto. En De Civitate Dei es la historia humana la que se nos muestra, superando su antítesis, «tanquam pulcherrimum carmen » (lib. XI, 18). San Bue­ naventura comenta esta versión del tema {In I Sent.y d. 44, a. 1., q. 3c; Op. O. (Quaracchi) I, 786b; In II Sent., d. 13, a. 1., q. 2: Op. O. II, 316 a). J. MlTCHEKL MORSE, Augustine's Theodicy and Joyce’s A esthetics , en A Journal o f Englich Literary History 24 (1957) 3-34, ha estudiado la correlación entre San Agustín y el literato irlandés en torno a la belleza cósmica. Mi estudio: Visión cósmica de san Francisco en la poética de P. Claudel , en San Francisco en la mentalidad de hoy, Madrid 1982, 2-23, hizo notar la presencia de San Buenaventura en la gran poesía católica de Claudel. Tan bello tema está pidiendo ulteriores estudios.

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