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LA FENOMENOLOGIA, METODO PREVALENTE EN EL ACCESO.. 421 nuestra afirmación el pensamiento actual en torno a esa categoría muy en alza, a la que llamamos «encuentro». La vinculación «yo-tú», tan estudiada por los pensadores personalistas actuales, es hoy una gran vía, abierta al diálogo y a la expresión del mismo en toda su vital concretez. En España, la escuela filosófica de Madrid se ha sensibilizado muy al vivo sobre la necesidad de superar los conceptos rígidos y lograr para nuestro pensar un lenguaje dinámico y ligado a lo concreto. A este respecto Ortega y Gasset ya levantó bandera a favor de este lenguaje hace más de medio siglo19. Y su impacto se ha hecho sentir por doquier. De desear que esta ola literaria llegue hasta la playa de nuestros escritores espirituales. El discípulo más fiel de Ortega, Julián Marías, precisa este nuevo lenguaje, al distinguir la incumbencia respectiva de la descripción y de la narración. Desestimadas ambas como método de exposición filosófica, han logrado una revalorización actual. Por fortuna hoy se las ve como necesario punto de partida —también como cumbre en la exposición de la vida mística— para que se logre una efectiva reflexión humana la cual, según ya indica­ mos, debe ir directamente a las cosas. Verlas como ellas son. Pues bien; la descripción y la narración son el mejor instrumento que tenemos a mano para poder comunicar lo que se ha visto en las cosas. Ambas se han de utilizar, pero no indistintamente. En efecto; como las cosas, o son hechos que está ahí frente a nosotros, o historias que han acaecido, la descripción expondrá lo percibido en los hechos, como la narración contará la historia que ha tenido lugar. J. Marías, después de reconocer que fue Husserl quien hizo de la des­ cripción el método mismo de la fenomenología, añade: «La descripción no puede agotar ni satisfacer las exigencias del conocimiento... pero todo lo que trascienda de lo meramente descriptivo ha de venir postulado por los requisitos de la descripción misma»20. Según esto lo dado en sí, hecho patente en la descripción , es necesariamente el primer momento de toda reflexión que quiera ahondar en lo profundo. Completa J.. María cuanto aquí dice sobre la descripción haciendo ver que la narración es su equivalente al tratarse del hecho histórico. Y en primer lugar del hecho del devenir de la propia conciencia. En un juego de palabras anota que el ser de la vida es vivirla. Y añade a continuación: «El único modo de hablar de ella (de la vida) es contarla ». En efecto, sigue razonando: «La narración es la forma de presentación o patentiza- ción de la vida humana en su articulación interna, en su conexión vivien- 19. J. ORTEGA Y G a sse t, Historia como sistema , en O. G, t. VI, 34. 20. J. M arías, Introducción a la filosofía , 7 ed., M adrid 1961, 134.

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