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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS EN ESPAÑA... 383 doctor Cuesta, deploraba, como éste, en sus estudios de medicina en Sala­ manca, «cosa digna de la mayor lástima y dolor». Hipócrates, autor «el más esencial y necesario para llegar a la cumbre de la medicina», era, según el, apenas conocido allí. Eranlo más los árabes, «verdaderos corrup­ tores de la doctrina hipocrática». Y, todavía más, Aristóteles, cuya filosofía se le antojaba tan impertinente para el estudio de las enfermedades y tan plagada de abstracciones metafísicas, como la misma farmacopea islámica. «¿Qué enseñanza y fruto —se preguntaba— podrá sacar de esta filosofía para una verdadera y sólida medicina el estudiante que, desde ella, y sin haber saludado las demostraciones y descubrimientos de la física experi­ mental, entra en un tan dilatado campo?». En su lugar, cree debe estudiarse otra más provechosa; la más condu­ cente para «el estudio de nuestra facultad» es la que trata de averiguar los misterios de la naturaleza y sus fenómenos por medio de los experimentos y observaciones. Aunque no encuentre ninguna perfecta en todas sus par­ tes, pues la newtoniana «es sistemática, y está fundada sobre la gravedad y atracción de los cuerpos», estima que, en el día, no hay otra mejor ni más útil y que camine sobre conocimientos exactamente averiguados. Como texto, aconseja el de Juan Antonio Nollet40. Y, sabiendo que la física mo­ derna no es comprensible sin matemáticas y geometría, afirma la necesidad de éstas para quienes se preparan a seguir la carrera de medicina. Juzga, en cambio, «absolutamente impertinente para la medicina» el estudio del griego, y lo relega, como Cuesta, al rango de mero adorno. En cuanto a la lógica, le parece óptima la aristotélica. Pues Cernuda distingue, en general, entre «la filosofía, que comúnmente se enseña en las escuelas con el nombre de Aristóteles», que considera llena de cuestiones fútiles y hueras, y la que tal vez escribió «este grande y sutil filósofo». Pero, a causa del peligro de bastardía que supone acechaba a la que pasaba como del Estagirita, prefiere la lógica de Heineccius, «u otra cualquiera que, con claridad y método, exponga las reglas y preceptos fijos, por donde se puede hallar la verdad y perfeccionar la razón». El texto de Boerhaave es, sin comparación, el que ha de preferirse para su facultad, pues «parece ha destilado todos los autores de medicina, para darnos, como en quinta esencia, cuanto observaron los griegos, cuanto dijeron los árabes, y cuanto pensaron útil los más célebres modernos». (Continuará) 40 . AHNC, /. c., ff. 125 - 134 . Creemos alude a las Leçons de physique expérimentale, 2 vol. (Paris 1745 ). Acerca del gran éxito de los escritos científicos de Juan Antonio Nollet en España, puede verse J. S a r r a i l h , o . c ., 458 s . Alejandro de H üM BO LT se admiró de hallar alguno incluso entre los misioneros capuchinos en plena jungla venezolana: «Me alojé en la