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304 GREGORIO SMUTKO lecidos por el hecho de ser absueltos por Roma de todos las cargas contra ellos. Más bien, Fray Epifanio regresó a su patria donde murió joven, unos años después. Como hemos visto, Fray Francisco José fue preso otra vez en 1688, dos años después de su supuesta muerte, escribió de nuevo a Propaganda Fide y desapareció de la historia35. Lo que no mencionó López García en su excelente libro sobre los dos capuchinos, es que el general de los capuchinos en Roma, Fray Giambattis- ta da Sabbio, presentó un memorándum a la Propaganda Fide en Roma con once proposiciones, que parecen ser las mismas hechas por Fray Fran­ cisco Jo sé36. Fueron aceptados por el Santo Oficio que estaba totalmente de acuerdo con sus intenciones. En el año 1686, Propaganda Fide envió estas decisiones a los nuncios, el obispo de Angola y otras autoridades de España con instrucciones de que debía ser puesto en vigor por los sacerdo­ tes y misioneros en sus diócesis. ¿Es posible que las autoridades civiles de España, asustadas por este ataque por parte de la Santa Sede contra tan importante institución económica, decidiera silenciar al autor de las once proposiciones? No sabemos. ¿E s posible que los poderes en España juzga­ ron que su absolución por Roma podría animar a otros misioneros «sub­ versivos» a predicar contra la institución tan necesaria para la economía del imperio? No sabemos. Pero sí sabemos que Francisco José y Epifanio desafiaron el sistema económico del imperio, a los dueños de los esclavos y defensores del sistema tanto en España como en el nuevo mundo y refru- taron a los teólogos, defensores de la esclavitud. Dos humildes hijos de Francisco de Asís lucharon fuertemente contra la nefasta institución de la esclavitud. Todavía no se había ganado la guerra, pero la legitimidad de la esclavitud quedó gravemente herida. 2. G ir o la m o M e r o l l a d a S o r r e n t o e n l o s s i g l o s xv ii - x v m Ahora la escena cambia al gran continente donde millones de seres humanos fueron cazados como fieras silvestres, vendidos y transportados a las Américas. Según un historiador los informes publicados por los misio­ neros capuchinos sobre los países costales del Africa central-oeste fueron 35. Cfr. L ópez G arcía, o . c ., 46. 36. López García cita las once proposiciones en página 44, cfr. nota 24 de este ensayo. Richard Gray (1984) 808-809, habla de la presentación de las once proposiciones a Propagan­ da Fide por el General de los Capuchinos el 12 de marzo, 1685 que es la misma fecha en los archivos de Propaganda Fide de las proposiciones de Fray Francisco José. Gray no cita las proposiciones, pero su descripción de ellas corresponde perfectamente a las de Fray Francisco José. Por ejemplo Gray dice que las primeras siete proposiciones representan una innovación en que no hacen distinción entre cristianos y otros esclavos.