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308 GREGORIO SMUTKO Un historiador indica que en 1590, el General de los Jesuitas, Claudio Acquaviva, prohibió a los religiosos de su orden, aun en Angola, toda venta de esclavos que les venían de los Sobas, o gente de Angola47. Por otra parte, el Padre Eduardo Cárdenas, S.J., escribiendo en 1980, sostiene la tesis que si no fuera por la ganancia que los jesuitas recibieron de la venta de los esclavos negros, se verían forzados a abandonar Angola48. No debemos concluir que Fray Giuseppe y los misioneros capuchinos quisieran lavar sus manos del problema de la esclavitud de sus feligreses. Más bien, fueron los más claros en protestar. La misión de los capuchinos en el Congo y Angola fue la más floreciente de Africa en este período. Los misioneros capuchinos italianos aun sobrevivieron a la invasión del ejército de Portugal que mató el Rey de Angola en la primera batalla y fue derroca do en la segunda49. Uno de los misioneros, por ejemplo, bautizó a 20.981 personas en siete años y bendijo a 110 matrimonios50. Sin duda, el obstácu- la más grande de su apostolado fue la caza y venta de sus feligreses y amigos. 4. LOS CAPUCHINOS EN VENEZUELA Y COLOMBIA EN EL SIGLO XVII Y XVIII Muchos de los misioneros capuchinos en las Américas, siguiendo el ejemplo de Fray Francisco José y Fray Epifanio, continuaron la lucha conta la esclavitud. Fray Gabriel de Sanlúcar y Fray Marcelino de San Vicente, contemporáneos con Francisco José de Jaca, exigían de las autoridades «seguro y libertad» para los esclavos prófugos que vivían en los montes y llanos de las misiones capuchinas. Ellos quieren evangelizarlos «como a hombres libres»51. Los misioneros capuchinos llegaron al Nuevo Reino de Granada en 1647 y fundaron una misión en Urabá y una residencia en Cartagena52. En 1693 fundaron una misión en Maracaibo entre los indígenas Macaes y Aratomos (Motilones)53. Entre los indígenas Aruacos, los misioneros 47. Cfr. López G arcía, o . c ., 27. 48. Eduardo CÁRDENAS, La ética cristiana y la esclavitud de los negros, en Theologica Xaveriana 1980, 249. 49. Cfr. G ray, o. c., ibid. 50. Cfr. Luca da CATANISETA, Diarie congolais (1690-1701), Louvain-Paris, 1970, citado en Jean COMBY, Para leer la historia de la Iglesia, Vol. II, 62. 51. L. CASTILLO L ara, Apuntes para la historiacolonial de Barlovento, Caracas 1981, 344 ss. 52. Fray Antonio de Alcacer, D.F.M. Cap., Las misiones capuchinas en el Nuevo Reino de Granada hoy Colombia, Puente del Común 1959, 245. 53. Ibid., 53-54.
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