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296 BERNARDINO DE ARMELLADA — La libertad radical del don divino justifica la hipótesis de lo que puediera no haberse dado («natura pura»). Pero, con ello, en modo alguno se puede cuestionar el dato realísimo de la afinidad intrínseca del ser del hombre con su actual fin sobrenatural (apetito natural innato)59. — El axioma «si hay apetito innato de las perfeciones sobrenaturales, éstas tienen que se r » 60, es una petición de principio en un sistema tan cuidadoso de salvar la libertad, sobre todo la de Dios. En este panorama teológico era difícil que un escotista como Frassen cayera en la trampa de relegar el conocimiento y el amor más perfeccionan­ tes del hombre a la neutralidad de una mera potencia obediencial. Bernardino de ARMELLADA poco en su «hermenéutica condicionada», que J. A. de la Pienda, en la o. c., pp. 65ss, subraya al criticar bastante negativamente los juicios de Alfaro sobre los escotistas. 59. Un estudio reciente sobre De Lubac resume entre sus conclusiones: «El pensamiento de De Lubac referente al Misterio-Teología del sobrenatural es, básica y fundamentalmente, un desarrollo homogéneo de un solo punto, olvidado por la denominada «teología moderna»: la contemplación del sobrenatural como Principio-Fin, único-verdadero del hombre, y la constitución del hombre (naturaleza-espiritual) como deseo natural del sobrenatural así enten­ dido» (R. B aezo sa M artín ez , La teología del sobrenatural en los escritos de Henri de Lubac (1931-1980), en Burgense 26/2 [1985] 419). 60. Es el argumento de Cayetano que Alfaro considera «la dificultad más honda de la teoría escotista» (O.c., 114s). Reconoce que Cayetano y Escoto parten «de principios filosófi­ cos diversos» (p. 119); pero se empeña hasta el final en enferentarlos en un terreno donde no se encuentran. Respecto del problema en sí, Alfaro logrará en sus escritos posteriores otra visión teológicamente más rica, afirmando una apertura radical, intrínseca y apriórica del hombre a la plenitud definitiva en la visión de Dios, que no puede reducirse a mera no-repug­ nancia. (Cf. Cristología y antropología, Madrid 1973, 308, 310, 314). No es fácil que hoy hable ya de irreflexión escotista frente a los progesos (?) teológicos de Cayetano.

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