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258 FELIPE F. RAMOS (Gal 5, 16): Por tanto os digo: caminad según e l Espíritu, y no os dejéis arrastrar por apetitos desordenados ; en el mismo sentido se expresa un poco más abajo, en el v. 24). La carta de Santiago nos ofrece un texto muy significativo: Cada uno es incitado al mal por su propia pasión ( = ypo tes idias epizymías). Para Santiago la epizymía es el principio permanente que existe en el hombre y que produce los actos pecaminosos. De ahí la necesidad de la vigilancia que inculca Santiago sobre la concupiscencia (San 1, 14s). Lo específico de la primera carta de Juan es la relación que establece entre la concupiscencia y el mundo (1 Jn 2, 15-17)117. La concupiscencia tiene su origen en el mundo; de él depende su ser; su eficacia la excita y su ineficacia — el proceso de la desmundanización— la inhibe o destruye. Hasta el punto es tan grave la influencia de la concupiscencia que llega a cuestionar la participación en la eternidad de Dios. Quien tiene dicha con­ cupiscencia no participa en e lla 118. V. La pleonexia (= avaritia , ambición insaciable ) El término, su raíz y derivados, tiene una importancia extraodinaria en el mundo griego y en el más cercano al NT, el de la literatura judía en lengua griega119. Mencionamos a continuación los aspectos más importan­ tes de la pleonexia en la literatura judía en lengua griega. La palabra tiene un sentido neutral, el de simple ganancia, en muy pocas ocasiones. De forma general debe afirmarse que en los LXX tiene el sentido de ganancia injusta. Difícilmente pueda encontrarse otros deseos 117. TWNTm , 171. 118. TWNTm , 171 nota 34. 119. Su centro de gravedad está en tener más, recibir más, desear más. Pero no se limita al terreno de los bienes materiales. Es también el hambre de poder y la lucha por el mismo. Una dimensión política, por tanto. Es el ocupar más espacio en el mundo, bien sea por las propiedades bien lo sea por el poderío, por la influencia... De aquí se pasa fácilmente al campo moral: superar a los demás a su costa, mediante la explotación (Jenofonte); aventajar a los demás, disfrutar de privilegios a costa de otros (Platón). La pleonexia siempre indica un exceso : avaricia, insaciabilidad (en referencia a los alimentos y otros placeres), desmesura, destemplanza, apetencia erótica, irrupción en la propiedad ajena, voluntad de poder, aspira­ ción a imponerse. En la lucha contra la pleonexia confluyen muchos motivos, tanto individuales como socia­ les: la aspiración a una cierta igualdad entre los hombres; el ideal de una sofrosyne , racionali­ dad o autodominio; el hecho que sea el peor de los males para el individuo; el castigo que Dios reserva a los pleonektuntas\ el deseo del orden justo en la convivencia humana, a la que se oponen la injusticia y la avaricia; al pleonektés nadie lo valora, todo el mundo le desprecia, nadie tiene compasión de él, todo el mundo le considera enemigo (TWNT VI, 266-268).