PS_NyG_1990v037n002p0167_0273

250 FELIPE F. RAMOS de los pecados está la «carne» y detrás de la virtud se halla el Espíritu (Gal 5, 19-23; Ef 5, 3-5; Rom 13, 12s). Esta unión de los pecados con la carne y de las virtudes con el Espíritu puede haber sido influenciada por el esquema del pensamiento judío tardío, al que nos hemos referido, aunque no necesariamente haya que pensar en dicha influencia. De hecho, Pablo desarrolla la doctrina de la conducta moral, del caminar, del peripatein (halak , hebreo, de donde viene la halaka o prescripciones legales) sin men­ cionar la doctrina de los dos caminos. En el enjuiciamiento de dichos catálogos debe ser destacada la variabi­ lidad literaria: los términos son parecidos, pero no idénticos, varían de unos catálogos a otros; la intuición de quien los utiliza, que puede ampliar­ los o modificarlos; las circunstancias concretas a cuya descripción son apli­ cados y que constituyen otro factor de diversificación 102. En los catálogos de pecados se halla una tendencia —mayor que res­ pecto a los de virtudes— a utilizar ampliamente los catálogos del entorno, con ideas más o menos estereotipadas. En los del NT se hace referencia a la tradición específicamente judía. Así se puede constatar a propósito de Rom 1, 29ss. Este detalle se comprueba en la acentuación de los pecados de idolatría, de la múltiple deformación sexual, de los vicios sensuales y de la avaricia, que se encuentran, preferentemente, en el mundo pagano. El apóstol Pablo no se limita a copiar los catálogos de pecados de su entorno. Hay muchos que no menciona y otros los coloca en contexto distinto, dándoles así un sentido diferente. Otras veces, tanto Pablo como los demás catálogos del NT se limitan a enunciar una serie de afectos, apetitos o pecados que son combatidos desde los ideales distintos de mora­ lidad, desde el agápe o la apázeia, respectivamente. Finalmente, existen en los catálogos neotestamentarios unos pensa­ mientos que no se hallan en la filosofía popular ni en el judaismo tardío. Presuponen, más bien, las comunidades concretas con sus modos caracte­ rísticos, su problemas y tensiones 103. II. F undamento objetivo en e l entorno moral Decir que los catálogos de pecados son un género literario para subra­ yar la situación de deterioro moral de una comunidad o de una región no es llegar a su raíz más profunda. ¿Por qué surgieron dichos catálogos? 102. Lexikon für Theologie und Kirche VI, col. 807. 103. A. VóGTLE, Die Tugend — und Lasterkataloge im N.T. , 1936. Citado por Lexicón für Theologie und Kirche VI, col. 807.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz