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212 FELIPE F. RAMOS las cosas del Espíritu (1 Cor 2, 14). El amor define la naturaleza de Dios desde un punto de vista más práctico que filosófico. El amor no agota la naturaleza de Dios, pero es la nota dominante de todas sus acciones y manifestaciones (Jn 13, 1). Para la fe cristiana, la realidad última, que determina la existencia del universo y del hombre es el amor. Toda la actividad de Dios es amorosa: Dios crea por amor, gobierna por amor, juzga por amor. El amor de Dios es dinámico: actuó en el pasado y sigue actuando en el presente. No es una benignidad pasiva, sino operante y exigente; el amor de Dios es moral y creador de moralidad. El autor de la carta insiste en este aspecto por razón de la «inmorali dad» del contexto en el que vive la comunidad o comunidades cristianas a las que se dirige. Sus afirmaciones sobre la ética cristiana las expusimos más arriba, en el último apartado sobre la fe. 2.5. Otros aspectos de la divinidad De lo afirmado anteriormente no se puede deducir que nuestro Dios sea puramente funcional56. Otros aspectos verdaderos, aunque parciales, de la divinidad han sido descubiertos por la mente humana. Para valorar adecuadamente la presentación de Dios como amor es preciso tener en cuenta otras definiciones que el hombre ha dado de la divinidad: el «motor inmóvil», sin referencia alguna a la vida humana, para algunas religiones orientales; la personificación de las fuerzas de la naturaleza y de la fecundi dad o de la vida sexual, para las religiones paganas; la mente o el pensa miento universal, la sabiduría, la bondad, la belleza, para las corrientes de tipo helenista; la justicia, para las religiones moralizantes; la energía, para los cultivadores de las ciencias57. En todo caso, la célebre sentencia no es puramente funcional, porque si Dios es amor para nosotros, amor vuelto hacia nosotros, volcado en nosotros, lo es porque es amor en sí mismo. Si Dios manifiesta su amor a los hombres enviándoles a su propio Hijo, no es menos cierto que Dios amó a su Hijo antes de la creación del mundo (Jn 17, 24)58. 56. R. E. B rown , The Epistles of]ohn, Anchor Bible, 549-553. 57. R. SCHNACKENBURG, Die Johannesbriefe, 232-239 dentro del excurso «Die Liebe als Wesen Gottes». 58. K. W en g st, o . c., 178-181.
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