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DESFIGURACION DE LA VIDA CRISTIANA 207 y aunque hablasen, ¡cómo no!, del amor, en realidad lo estaban falsifican do. Eran falsificadores del amor. Como casi todos aquellos que hablan mucho de él. En estas circunstancias las palabras de Jesús sonaban tanto a urgencia como a denuncia: la dicha, la felicidad, la vida eterna, depende de que cumplan el mandamiento del amor: seréis dichosos si lo ponéis en práctica 50. En la formulación explícita del mandamiento nuevo (Jn 13, 34s), debe mos notar que estamos ante una glosa o adición introducida en el texto contra toda lógica. Rompe el hilo del pensamiento51. El v. 33 habla de la partida de Jesús: Adonde yo voy, vosotros no podéis venir (Jn 13, 36). A la afirmación de Jesús debe seguir la pregunta de Pedro. ¿Por qué ha sido introducido ahí el mandamiento nuevo? Para poner de relieve su urgencia ante el descuido de muchos, al que acabamos de aludir. Este era el lugar adecuado. Está en el comienzo mismo del discurso de despedida (Jn 13, 31-14, 31). Era lo más importante del testamento de Jesú s52. Al poner de relieve la identidad cristiana, la permanencia en la unión con Cristo (Jn 15, 1-8), se explicita como consecuencia inmediata el pre cepto del amor: permanencia en su amor (Jn 15, 9-11) y, a continuación: Mi mandamiento es éste: amaos los unos a los otros, como yo os he amado (Jn 15, 12). También aquí debe destacarse el intercambio entre el plural y el singular. Aquel se reduce a éste; los mandamientos se sintetizan en «mi mandamiento». Estamos en la más pura línea del reduccionismo y en la perspectiva en que surgió. No hay excusas que valgan para eludir el cum plimiento de la voluntad de Jesús en la exigencia fundamental que impone a sus discípulos. No cumplir su mandamiento es sinónimo de dejar de ser su discípulo. I. LA ANTIGÜEDAD DEL MANDAMIENTO NUEVO La primera carta de Juan tiene su centro de gravedad en el mandamien to del amor. ¿Cuál es la razón? En este importantísimo documento de fe cristiana, más que en ningún otro del NT, el amor y sus exigencias de 50. G. RlCHTER, Studien zum Johannesevangelium, Regensburg 1977. Comentario amplio in loco. 51. R. SCHNACKENBURG, Das Johannesevangelium III, en Herder Theologischer Kommen- tar zum Neuen Teslament, Freiburg 1975, 59; R. E. BROWN, The Gospel according to John, Anchor Bible II, 609; R. BULTMANN, Das Evangelium des Johannes, Gottingen 1959, 403-406. 52. En este principio básico del cristianismo coinciden los dos primeros teólogos de la Iglesia: Pablo y Juan. Para el primero «ist die agápe das Prinzip der Christuswelt, die sich aufbaut mitten in der kosmischen Krisis der Gegenwart» (TWNT I, 53).
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