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192 FELIPE F. RAMOS en el Nirvana, únicamente logra para el hombre la paz del cementerio. Los humanismos son necesarios, pero insuficientes. 3.° La tercera alternativa la llamaríamos consumismo. La sociedad de consumo cree que el mejor camino, si no el único, para mejorar la suerte el hombre es la promoción del orden social y económico. Mayores bienes de producción mejorarían la especia humana: mejores casas significarían mejores familias; un orden económicamente más justo equivaldría a un pueblo mejor; la libertad frente al miedo y otras necesidades o privaciones proporcionaría el tiempo necesario para las ocupaciones culturales. Este «evangelio» es, no cabe duda, importante. Sin embargo, las cosas mencio­ nadas sólo conceden al hombre la oportunidad de una vida mejor y que únicamente suelen aprovechar los mejores y los más fuertes. Los mismos que poseen todo lo mencionado como «desiderátum» confiesan, al menos muchas veces lo hacen, que no son ni mejores ni más dichosos que aquellos que carecen de ello. La libertad política o social, o de cualquier otro tipo, solamente puede ser lograda por el hombre que, él mismo, sea moral y espiritualmente libro36. El fracaso de estos evangelios alternativos nos lleva de nuevo al verda­ dero evangelio, a Jesucristo crucificado , el punto central del kerigma cristia­ no, que al ofrecernos la participación en el misterio pascual de Cristo da una solución defintiva a los problemas de la existencia humana en la aper­ tura al Espíritu. 2.5. Crisis del «evangelio de la verdad» En la carta a los Gálatas, Pablo, por dos veces, habla del «evangelio de la verdad». La expresión adquiere una importancia singular por el contex­ to en el que aparece: «la verdad del evangelio» podía verse comprometida por la actitud de los judaizantes (Gal 2, 5). En el mismo contexto de los judaizantes, la actitud de Pedro es calificada por Pablo como «no caminar rectamente según la verdad del evangelio» (Gal 2, 14). El primero de los textos aparece en el contexto del concilio de Jerusalén. El segundo en el del incidente de Antioquía. En ambos casos se trataba de salvar la unidad de la comunidad. Antes de producirse los incidentes subyacentes a los textos, en la comunidad de Antioquía había una verdadera comunión, una relación estrecha que se reflejaba en la participación en la mesa común. El progresivo abandono 36. R. T. S tamm - O. F. BLACKEWLDER, Corinthians, Galatians, Ephesians, Interpreter’s Bible X , Nashville 1970, 494.

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