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DESFIGURACION DE LA VIDA CRISTIANA 273 Un hombre así carece de amor y destruye la comunidad; no se alegra del éxito de los demás; destruye la paz y siembra la guerra; cuando no tiene argumentos para defenderse recurre a la difamación; es creador de suspicacias y fomenta las contiendas. ¡Nada extraño! El orgullo ciega la conciencia mediante la sobreestimación de sí mismo y se aparta de la ver dad de Dios (Rom 1, 22) 153. El catálogo recogido en 2 Tim 3, 2-4 tiene como punto de partida la mentalidad apocalíptica según la cual los tiempos últimos se caracterizarán por la ruptura de todos los lazos morales. Menciona 19 pecados estructura dos por parejas afines, de contenido o de asonancia, desenmascarando en el último, que no está emparejado, la apariencia religiosa en la que se refugia el orgulloso ignorante. Esta es la lista: egoístas-avaros; orgullosos- soberbios; blasfemos (ofensivos)-desobedientes a sus padres; ingratos-im- píos; desnaturalizados-implacables; calumniadores-incontinentes; inhuma- nos-enemigos de todo lo bueno; traidores-temerarios; hinchados-amantes de los placeres más que de Dios; con apariencia religiosa, pero con una religiosidad inconsistente. Las últimas palabras del v. 5: ¡Apártate de ellos! hacen pensar en su presencia e influencia nefasta en la comunidad. Lo mismo que se refleja en la comunidad joánica: ¡No lo recibáis en casa ni lo saludéis! (2 Jn 10). En ambos casos se trata de falsos profetas que desvirtúan la sana doctrina. Entre ellos hay que contar, sin duda alguna, a los gnósticos sectarios. Felipe F. R amos 153. J. Je re m ía s, o . c., 38.
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