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RESPUESTA ETICA AL DESAFIO ECOLOGICO 8S> la igualdad biológica universal, rechazando la idea de que los seres huma­ nos son superiores a los demás organismos32. Spitler rechaza esta teoría argumentando que exigir al hombre poseer esa visión biocéntrica no solamente es imposible desde el punto de vista físico, sino también moralmente reprensible, ya que equivaldría a admitir que todas las vidas tienen el mismo valor y que matar una mosca merecería la misma condenación que asesinar a un ser humano33. Admitir que todas las criaturas tengan valores intrínsecos, no significa que no existan gradaciones valorables entre ellas como se reconoce en la Biblia. La expresión de Jesús, que recoge el Evangelio, no solamente da a entender que las aves de cielo y los lirios del campo tienen valor por sí mismos; tampoco deja lugar a dudas sobre la prioridad del hombre en relación con los demás habitantes de la tierra34. En realidad, el respeto hacia la naturaleza, en vez de provenir de una devaluación del hombre, como opina Taylor, debe fluir, por el contrario, del reconocimiento de deberes que su superioridad le impone hacia las demás criaturas, así como de la apreciación de valores inherentes en las mismas, pues, en expresión de Niebuhr, el primer paso de una ética ecoló­ gica es la apreciación de la naturaleza, la conciencia y la afirmación del valor de un ser por otro35. Afirmar que algo o alguien posee valores intrínsecos es reconocer que no puede ser tratado solamente como medio, que en sus relaciones con él la humanidad no pueden hacer lo que quiera, ya que contrae ciertas debe­ res que limitan su comportamiento. ¿En qué consiste poseer valor intrínse­ co? ¿Qué consecuencias se derivan del mismo? Son cuestiones que no están completamente resueltas. Pero, como dice Eric Katz, la cuestión de saber en qué consiste el valor intrínseco no es de importancia. Lo que interesa es saber que hay valores no antropológicos, aunque su descripción no esté completamente esclarecida36. En la actualidad hay cierta simpatía por las teorías de los derechos de los animales, aunque no existe acuerdo sobre qué es lo que califica a un organismo para poseer esos derechos. Tom Regan cree que lo importante 32. Paul W. TAYLOR, Respect for Nature, Princeton 129-135. 33. Gene SPITLER, Justifying a Respect for Nature, en Environmental Ethics, vol. 4 (otoño 1982) 255-26. 34. Mt., 6, 25-29. 35. H. Richard NlEBUHR, Radical Monotheism and Western Culture, N ew York 1960. 36. Eric K atz , Searching for intrinsic Value, en Environmental Ethics, vol. 9, n.° 3 (otoño, 1987) 241.

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