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RESPUESTA ETICA AL DESAFIO ECOLOGICO 85 alcanzarlo. En realidad la propiedad privada no ha nacido tanto para de­ fender los derechos del propietario, como para garantizar el uso de los bienes a toda la humanidad y evitar el abuso y la sobreexplotación de los recursos naturales. El caso de Schweitzer parece distinto. Schweitzer cree que la moral antropológica es derivación de una moral anterior basada en la santidad de la vida, y en este sentido habría que incluirle dentro de la comente deno­ minada holística o ecocéntrica: «El gran error de todas las éticas —escri­ be—ha sido creer que solamente tienen que tratar de la relación del hom­ bre con el hombre. En realidad, lo que cuenta es su actitud hacia el mundo y hacia toda vida que está a su alcance. El hombre es moral únicamente cuando la vida en cuanto tal le es sagrada, tanto la vida de sus semejantes, como la vida de los animales y de las plantas, y cuando se dedica a socorrer a toda vida que necesita ayuda. La ética de la relación entre los hombres no es algo separado por sí misma. Es solamente una relación que proviene de la relación universal»14. Para la corriente holística, la crisis ambiental tiene su origen en la cos­ mología tradicional de Occidente, que concibe el universo como un agre­ gado de entidades independientes, donde los seres humanos son fuente de toda valoración, y a las demás criaturas sólo se les atribuye valores instru­ mentales; lo que conduce al abuso y a la explotación del medio. La supera­ ción de esta crisis ecológica demanda un cambio radical de perspectiva, de la que fluirá una ética ambiental no basada en el hombre, sino en la comu­ nidad biótica, en la unidad del todo, es decir, del universo. Esta corriente va desde las posiciones biológicas de Schweitzer, Callicott y Taylor15, hasta la tendencia más radical del holismo ecológico de la «deep ecology» de Arne Naess, como B. Devall, G. Sessions, Warwick Fox y otros16. Esta corriente nueva del holismo parte de una nueva cosmovisión, en la que el universo no resulta de un conjunto de elementos independientes y jerarqui­ zados, sino de la unidad de relaciones del todo. El hombre no está, por tanto, fuera ni por encima de la naturaleza. Es parte de ella. No hay sustan­ cias separadas. Solo existen relaciones. El universo está compuesto de un complejo nexo de interpedendientes formas de vida. Fox escribe a este respecto: «El mundo no está dividido entre sujetos y objetos independien- 14. Albert SCHWEITZER, Out o f my Life and Thought: An Autobiography, New York 1949, 158-159. 15. Tom R eg a n , A ll that dwell therein: Animal Rights and Enviromental Ethics, Brtkrlry 1982; Peter SlNGER, Animal Liberation, New York 1975. 16. Albert SCHWEITZER, Ibid., 159; J. B a ird CALLICOTT, Elements o f an Environmental Ethics: Moral Considerability o f the Biotic Community, en Environmental Ethics, vol. I, no. 1, 712-82; Paul TAYLOR, Respect for Nature, Princeton 1986.

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