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Respuesta ética al desafío ecológico* Nadie puede negar sin injusticia la aportación de la ciencia y de la tecnología al bienestar de la humanidad, pero tampoco se deben pasar por alto sus limitaciones. Si el automóivil, por ejemplo, ha logrado hacer la vida humana más confortable, también ha convertido nuestras ciudades en los lugares más inhóspitos del planeta. Aunque, en igualdad de circunstan­ cias, a mayor población mayor contaminación y consumo de recursos, hay sociedades más gastadoras que otras. El consumo total de energía de la URSS es más de nueve veces superior al de toda América Latina, y mien­ tras un costarricense arroja anualmente un promedio de basura doméstica de 211 kilogramos, el per capita en Estados Unidos asciende a 744 durante el mismo período. Esto ha llevado a pensar que la crisis ambiental más que técnica o demográfica es ética y moral y que los problemas ecológicos no obedecen tanto a sistemas de producción, sino a valores y a actitudes hu­ manas, derivadas de una concepción antropocéntrica del universo. Esta perspectiva ha dado lugar también a una ética antropológica en que los juicios de valor se basan únicamente en lo que es bueno o conve­ niente para el hombre sin consideración alguna para la naturaleza. A este respecto escribía hace años John Bruhn: «Aunque la ciencia y la tecnología son vistas con frecuencia como chivo expiatorio de la crisis ecológica, el verdadero culpable es el hombre intoxicado por el poder. Esto no significa que la ciencia y la tecnología no sean parcialmente responsables de nues­ tros problemas y que no constituyan también parte de la solución. Pero sería una necedad desestimar la urgencia de la situación pensando que la tecnología nos brindará las respuestas, cuando el problema básico no es tecnológico»1. Ehrenfeld se expresaba de modo semejante cuando * Este artículo fue escrito durante el año sabático otorgado al autor por la Universidad de Las Américas-Puebla. Agradezco también a la Univesidad de Tulane las facilidades brinda­ das para llevar a cabo este proyecto. De un modo especial quiero expresar mi gratitud al Dr. John F. Sheley, Jefe del Departamento de Sociología, por su ayuda en todo momento y al Dr. Michael Zimmerman por haberse tomado la molestia de leer el borrador y hacer interesantes sugerncias. Una pequeña versión de este trabajo fue presentada al XV Congreso International de LASA (Latin American Studies Association) in San Juan, Puerto Rico, 21-23 de diciembre de 1989. 1. John BRUHN, The Ecological Crisis and the Work Ethics, en International Journal o f Environmental Studies 3 (1972) 43-47.

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