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CONFIGURACION DE LA VIDA CRISTIANA 75 El agápe es una auténtica creación cristiana. Tanto literariamente147 como, sobre todo, conceptualmente. Anticipamos aqui una síntesis de lo que expondremos a continuación. La radicalidad del amor enseñada por Jesús de Nazaret es una exigen­ cia nueva, pero es una exigencia nueva porque él crea una situación nueva. El perdón, la misericorida y el amor son un acontecimiento inaudito cuyo fundamento y cuya posibilidad se hallan únicamente en Dios; no fuera de él. Quien ha experimentado el amor perdonador de Dios, siente en su interior un amor que trasciende su propio ser y, por tanto, sus propias posibilidades. La nueva situación es obra del amor de Dios y crea en el creyente una seguridad absolutamente nueva (Rom 8, 28. 31sss)148. El amor de Dios es el creador del mundo nuevo, iniciado en Cristo (Jn 3, 16; 1Jn 4, 9s). Dios ha concentrado todo su amor, todo lo que él es, en su Hijo y, a través de él, hace llegar dicho amor a todos los que el Padre le ha dado, a sus «amigos». El agápe, en los escritos joánicos, es presentado no sólo como el amor descendente, sino como una realidad divina que se ha ido regalando paulatinamente a este mundo149. El agápe es esa realidad divina que, como tal, es operativa. Aquel que la acepta queda determinado por ella. Es lo que Jesús llamó el mandamien­ to nuevo (Jn 13, 33s). Este agápe es un movimiento vital, una forma de ser, la presencia operativa de Dios en este mundo 15°. El apóstol Pablo expresa con no menor fuerza esta acuñación específi­ camente cristiana, que es el agápe: ...Dios ha derramado su amor en nuestros corazones (Rom 5, 5). Es una realidad que invade al hombre desde fuera de sí mismo. El agápe es la presencia concreta del agapésas, «el que nos amó», que pasa a ser como el nombre propio de Cristo (Rom 8, 37; Gal 2, 20 ) 151. En el mundo griego, el verbo agapán expresa la consideración y simpa­ tía que debe darse entre los que son iguales. El agápe cristiano surge de dos fuentes: de la futilidad e inconsistencia del hombre ante Dios, por un lado, y del amor misericordioso de Dios, que le dignifica haciéndole hijo suyo, por otro. Las dos fuentes son especificativas del amorcristiano. El 147. Es notable que en el griego prebíblico, agápe falte casi porcompleto: lospasajes en que aparece son escasos y dudosos en cuanto a su datación (TWNT, I, 37). 148. TWNT, 1,47. 149. Plotino distingue entre el agapan, que es el amor descendente, y el erán, que es el amor ascendente o emergente del hombre. No obstante, mientras el eros ocupa frecuentemen­ te el pensamiento de los filósofos y poetas desde Homero hasta Plotino, agapan apenas fue objeto de consideraciones importantes (TWNT, I 53). 150. Verwirklichung Gottes in dieser Welt, en TWNT, I, 53. 151. EWNT, I, col. 24.

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