PS_NyG_1990v037n001p0007_0080

72 FELIPE F. RAMOS La nueva situación creada por los adversarios hace que la segunda de Pedro considere la piedad como la suma de acciones buenas. Acciones que se hallan exigidas y fundamentadas en el juicio último. De ahí la nece­ sidad de una vida «piadosa», es decir, moralmente buena, una conducta digna138. f) A la conducta recta, la fraternidad Dice el refrán latino:; «homo homini lupus». Prácticamente asi es. La experiencia es tristemente elocuente al respecto. Teóricamente el hombre es hermano del hombre. La fraternidad es esencial a la persona; es el descubrimiento de la persona en la perspectiva del tu, de la cercania, de la semejanza, del atractivo, del amor. Filosóficamente hablando es posible, ya antes de entrar en el terreno de la revelación, descubrir el amor fraterno o la filadelfia, que es la palabra que utiliza la segunda de Pedro139. La palabra griega, filadelfia, significa el amor o el afecto fraterno en el sentido estricto, el que debe existir entre los descendientes de los mismos padres. Este es el sentido fundamental que tiene la palabra en los LXX: se refiere a las personas unidas por los lazos de la carne y de la sangre, a los hermanos carnales. El cuarto libro de los Macabeos la utiliza en el mismo sentido (4 Mac 9, 23; 10, 3. 15; 13, 19. 27). Como excepción, la misma palabra puede designar la fraternidad fundada en la alianza (1 Mac 12, 10. 17). En la configuración de la vida cristiana, la filadelfia debe entenderse metafóricamente. Y resulta importante y desconcertante descubrir que el sentido metafórico de filadelfia (= amor fraterno) y d zfiladelfós (= frater­ nal) no se hallen atestiguados, hasta ahora, fuera de la literatura cristia­ n a 140. En el N. T. la palabra filadelfia aparece seis veces en forma de sustan­ tivo y una única vez en forma adjetival (1 Pe 3, 8). Siempre designa el amor fraterno que deben tenerse los cristianos en razón de su común filia­ ción divina141. Los primeros cristianos se consideraron a sí mismos como hijos del mismo Padre a través de su unión espiritual con Cristo: Vorque a los que 138. TWNT, VII, 183. 2 Pe 1, 3 kennzeichnet mit «Leben und Frömmigkeit» die mens­ chliche Existenz horizontal und vertikal (EWNT, II, col. 214). 139. L. De C andido , Nuevo Diccionario de Espiritualidad, Madrid 1983, 575-578. 140. TWNT, I, 146. 141. El uso bíblico se mantiene todavía hoy, aunque con alguna menor intensidad, en el lenguaje eclesiástico al aplicarlo al conjunto de los miembros-«hermanos» de una congrega­ ción, de un convento (TWNT, I, 146).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz