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CONFIGURACION DE LA VIDA CRISTIANA 53 2.°) En relación con la autoridad La gnosis hace surgir en el hombre la autosuficiencia; le concede una autoridad excesiva. Frente a ella, el conocimiento de la fe establece unas fronteras muy delimitadas y precisas en el camino de las posibilidades del hombre, mientras que la palabra de Dios permanece siempre operante en aquellos que la acogen (1 Tes 2, 13). Los primeros cristianos se llamaban «creyentes» (Act 2, 44; 4, 32), porque reconocían el poder y la autoridad de Dios, mucho más vinculantes que cualquier autoridad exterior, por im­ portante que ella sea (Act 5, 29). Conocer a Dios es servirle, conformarse o adquirir la forma que él quiere: Para conocerle a él y el poder de su resurrec­ ción y la participación en sus padecimientos, conformándome a él en la muer­ te, por si logro alcanzar la resurrección de los muertos (Fil 3, 10; Rom 6, lss). Esta clase de conocimiento justifica que, en él, vaya implicada la com­ prensión de la sagrada Escritura: Si entendierais qué significa «prefiero la misericordia al sacrificio» no condenaríais a los inocentes (Mt 12, 7). El (el eunuco) le contestó: ¿Cómo voy a entenderlo si alguno no me guia? Y rogó a Felipe que se subiera y se sentara a su lado... (Act 8, 30ss). El conocimiento bíblico-cristiano establece una reciprocidad única: es un conocimiento recíproco: conocer a Dios y ser conocidos por él son conceptos inseparables: Vero el que ama a Dios, ése es conocido por él (1 Cor 8, 3). A l presente conozco sólo en parte, entonces conoceré como soy conocido (1 Cor 13, 12) Es un conocimiento que debe traducirse en el mutuo pronunciamiento a favor de la causa del otro (Mt 10, 32s). 3.°) En referencia a la relación personal que establecen Es muy importante destacar que la ciencia o el conocimiento de Dios es un reconocimiento obediente: conoce a Dios quien le sirve, quien se vuelve a él en una conversión sincera: Ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, que habéis sido conocidos por él, ¿cómo os volvéis de nuevo a los flacos y pobres elementos a los cuales de nuevo quereis servir? (Gal 4, 9). La fe bíblica coloca al hombre en el plano de la relación personal. Y un elemento destacado en el mismo es la confianza (Rom 3, 25; 4, 3. 25: en los textos citados «creer» es sinónimo de «confiar»). Es evidente que este aspecto lo destaca también la gnosis. Y lo destaca tanto que, en lugar de confianza, debería hablarse de fanatismo. La pertenencia «al mundo de arriba» actúa tan mágicamente que despersonaliza al hombre. La gnosis acentúa la pérdida, la absorción de la personalidad merced a la elevada e intensa experiencia del conocimiento-gnosis salvador. Sus actos, incluso

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