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24 FELIPE F. RAMOS sepulcro. El autor de la segunda de Pedro aplica este sentido de la palabra «corrupción» a los falsos doctores, a los herejes: como los animales «pere­ cen», se corrompen, asi también ellos «perecerán», se corromperán; como los animales desaparecen, asi también desaparecerán ellos; como perecerá en el juicio último todo aquel que no haya sido salvado para un mundo nuevo (2 Pe 2, 12: texto que se halla bajo la influencia directa de Jud 10)45. La aplicación que hace nuestro autor de la palabra «corrupción», fzorá, a los herejes, se sale ya de su sentido literal. Nos prepara asi el paso al significado moral de la misma. En nuestro texto tiene, evidentemente, el sentido metafórico de deterioro moral. En este sentido es utilizada frecuen­ temente en las cartas del N. T.: se corrompen los pensamientos (2 Cor 11, 3) y la mente (1 Tim 6, 5; 2 Tim 3, 8). El hombre viejo es llamado asi precisamente por su degeneración moral, «viciado por la corrupción del error» (Ef 4, 22). Inseparable del deterioro moral es la pérdida de la inmor­ talidad. Lo contrario a la corrupción, fzorá, es la inmortalidad: el sustantivo afzarsía (Ef 6, 24) y el adjetivo afzartós (1 Cor 15, 52). Con ellos se designa la herencia en cuya posesión entrarán los creyentes, su pertenencia a Dios. La afzarsía, unida con la palabra jaris, gracia, indica el modo de ser sobre­ natural. La afzarsía significa eternidad; la gracia comunica la inmortalidad; no cesa nunca en aquellos que amaron a Jesú s46. La corrupción se hace presente en el mundo por la pasión o el placer ilegítimo. Aquellos cuya vida está dominada por el apetito sexual y, además, se convierten en patrocinadores de herejías destructoras de la vida cristiana experimentarán la corrupción y perderán la vida, no la corporal, sino la total. La afirmación se hace desde la experiencia que existía en las comuni­ dades cristianas por la existencia de elementos disgregadores de la unidad: Como hubo en el pueblo profetas falsos, asi habrá fa lsos doctores, que intro­ ducirán sectas perniciosas, llegando hasta negar al Señor que los rescató y atraerán sobre sí una repentina ruina (2, 1). Se refiere a aquellos que despre­ cian el mandamiento del Señor: ...a fin de que traigais a la memoria las palabras predichas por los santos profetas y el precepto del Señor y Salvador, predicado por vuestros apóstoles (3,2). La palabra griega, epizymia, significa pasión y placer, en el sentido de desear lo prohibido. Asi lo utilizan algu­ nos textos del N. T. (Rom 7, ,7s; Gal 5, 16; Col 3, 5; San 1, 14s). No perdamos de vista el contexto. Lo afirmado sobre la corrupción es todo lo opuesto a la participación en la naturaleza divina... Esta participa­ ción se opone a la corrupción existente en el mundo, como la vida eterna 45. TWNT, IX, 103. 46. TWNT, IX, 106.

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