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EN TORNO AL DICCIONARIO DE LAS RELIGIONES DE POUPARD 511 tratar la persona y la obra de Juan Pablo II, como a ciertos autores de origen francés. c. Todo esto ofrece una falta de mesura y proporción en los espacios que se les dedica, científicamente poco justificados. También aquí ha fallado el comité de redacción, tanto en la selección de los autores, como en la fijación de las páginas correspondientes a cada uno de ellos. 3.° Bibliografía Al analizar el Diccionario en el original francés, llama inmediatamente la atención la ausencia, casi absoluta, de bibliografía en castellano. Nos hemos permitido el trabajo de repasar término por término, en su biblio­ grafía respectiva, que, con mucho acierto se ha indicado, y sólo hemos encontrado citadas quince obras en lengua castellana. Distribuidas de este modo: siete de ellas en dos términos: liberación (Teología de la): tres; Pue­ bla: cuatro. El resto en otros términos de menor importancia... Ciertamente que, al estar originariamente en lengua francesa, era natu­ ral que se subrayase la bibliografía de dicha lengua. Pero llegar a esta situación tan exagerada nos parece un abuso totalmente injustificable. No resulta comprensible que, en temas directamente relacionados con conteni­ dos de cultura iberoamericana, no se encuentre referencia alguna a biblio­ grafía en lengua castellana. Y no porque no existan estudios interesantes en torno a aquéllos. De todas formas, es un fenómeno bastante generalizado en libros fran­ ceses, al que se nos tiene habituados, no sólo en estas materias. Quizá sea por aprecio excesivo de su propia cultura... Pero lo que nos ha extrañado aún más todavía es que la edición caste­ llana no haya remediado debidamente esta situación. Ciertamente, se han puesto las traducciones existentes en castellano de los libros o estudios que la edición francesa ponía en otras lenguas —lo que ya consideramos un acierto—, que no es frecuente en traducciones de obras al castellano. Pero lamentamos no se encuentre apenas aportación alguna novedosa, par­ ticularmente en referencia a algunos términos inscritos en nuestra cultura iberoamericana. A continuación, presentamos algunas obras que consideramos deberían haberse tenido en cuenta en la edición castellana de este Diccionario. En primer lugar, anotaremos algunas referencias en torno a bibliografía especí­ ficamente hispana, árabe y precolombina. Posteriormente, ofreceremos algunas otras indicaciones bibliográficas en ciertos términos cuyos contenidos aluden a la cultura hispana. Así como

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