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EN TORNO AL DICCIONARIO DE LAS RELIGIONES DE POUPARD 507 • RACISMO (pp. 1475-1479). Aunque se reconoce que «la incorpora­ ción del término «racismo» es relativamente reciente» (p. 1475), le dedica excesivas páginas al mismo. • SACERDOCIO (pp. 1552-1557). Consideramos demasiado restringi­ do el modo de afrontar el tema: bíblico y teológico. Debería haberse am­ pliado su estudio a otras religiones, analizando la estructura significativa de esta institución religiosa, su significado social... • Igualmente afirmamos en lo referente a los términos SACRAMEN­ TOS (pp. 1559-1561) - SALVACION-REDENCION (pp. 1587-1596). Tratándose de conceptos centrales en la Historia de las religiones, deberían haberse analizado desde perspectivas más amplias: fenomenológica-históri- ca. Para nada se alude a los ritos de iniciación en los Sacramentos... Esta forma de estudiar hoy dichos temas resulta anacrónica y empobrecedora, incluso para una correcta interpretación de los Sacramentos cristianos. Por lo que se refiere al término Salvación lo consideramos, desde esta misma perspectiva, muy pobre. No se tienen en cuenta las aportaciones de estu­ dios realizados hoy sobre la Salvación en otras religiones, comenzando por las religiones primitivas... • SATÁN (pp. 1617-1618). Aunque remite a otros término (ángel > demonio >diablo >Job >mal >mazdeísmo (p. 1618), reduce su estudio al campo bíblico. Dada la importancia que todas estas realidades a las que apunta dicho término adquieren en el análisis actual del hecho religioso, debería haberse abordado desde perspectivas más amplias. • SECURALIZACIÓN Y SECULARISMO (pp. 1635-1637). La defini­ ción que se ofrece, tanto de secularización como de secularismo, se realiza desde un perspectiva muy restrictiva y no debidamente diferenciada. El proceso de secularización —en sentido más amplio— se inicia, en nuestra cultura occidental, antes del s. XIII, en contra de lo que afirma. Podemos apreciar ya este proceso inicial de secularización en los primeros filósofos griegos, al abordar el tema de búsqueda de racionalidad del mundo y del hombre. Por otra parte, deberían haberse indicado las raíces filosífico-teo- lógicas de dicho proceso. Sobre este tema se cuenta hoy con una abundate bibliografía en la que se estudia con detención dicho proceso. • SOCIOLOGÍA DE LAS RELIGIONES (pp. 1668-1670). Bien en­ cuadrado el tema y la presentación de los distintos métodos de acercamien­ to sociológico al fenómeno religioso. Pero apreciamos una deficiencia im­ portante: para nada se hace alusión a los contenidos específicos de la socio­ logía de la religión, como la institucionalización de experiencia religiosa y su proceso de institucionalización, partenencia religiosa, funciones sociales

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