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430 JOSE-LUIS RODRIGUEZ MOLINERO Este abarcamiento o generalidad mayor de la Antropología filosófica, a juzgar por la comparación que Gehlen establece entre la misma y la Anato­ mía como ciencia mas general que otras ciencias particulares, no remite a la metafísico. En efecto, para Gehlen, al menos en su intención, lo filosófi­ co no incluye lo metafísico. Frente a la Metafísica adopta una postura original (aunque otra cosa es si le es posible mantenerse siempre en tal postura) que no quiere ser de negación, pero sí de puesta entre paréntesis (Véase La investigación antropológica, pág. 25. Estudios sobre Antropología y Sociología, pág. 18) o de «reserva técnica», según sus propias palabras: «En lo que concierne a la intensidad de aclaración, que hoy día es posible alcanzar por la reflexión, las afirmaciones metafísicas tienen una fuerza de con­ vicción muy limitada y, sobre todo, tienen poco poder auténtico que ofrezca motivos y determine las acciones de los hombre reales. Frente al ámbito del saber de los hechos que es posible adquirir, y que, muy a menudo, se opone a su sistematización peculiar y coherente, las proposiciones elevadas, formuladas como verdades abstractas, apenas pueden mantenerse en pie. Inevitablemente plantean cuestiones ulteriores: ¿A través de qué experiencias internas o externas se han ido abriendo camino y, por tanto, por cuáles están limitadas, y dentro de qué tradiciones o revoluciones son ellas iluminadoras?.. Resulta manifiesto que los hechos aquí descritos —se refiere a su obra capital El hombre— sólo se pueden llegar a ver bajo el presupuesto de una abstención o reserva, por así decirlo, técnica, de la Metafísica»12. Y, en otro lugar, en parte ya mencionado, señala asimismo: «Las teorías metafísicas de tipo dualista podemos dejarlas totalmente al margen, puesto que lo que queremos realizar es una antropología empírica, y a la discu­ sión de proposiciones metafísicas no estamos obligados. Y esto tanto más cuanto que los metafísicos tienen que decidir por sí mismos dónde comienza la ‘verdad profunda’ por ellos reivindicada, controversia ésta en la que no habrá juez» 13. A la Antropología filosófica, descrita al modo como lo estamos hacien­ do, le incumben, según Gehlen, además del carácter de generalidad señala­ do, otra serie de propiedades de tipo similar, alguna de ellas complementa­ ria: Pretende «una visión global del hombre»; ha de preguntarse por «lo específicamente humano»; ha de ser «autónoma», como autónomo es el hombre; ha de poner de relieve la «naturaleza y el puesto especial del hombre en el mundo», o «la posición especial del hombre en la naturaleza» (die Sonderstellung des Menschen in der Natur)... etc. 12. Cfr. El hombre, 11. 13. Cfr. Estudios sobre Antropología y Sociología, 18.

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