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462 JOSE-LUIS RODRIGUEZ MOLINERO es capaz de desconectarlas de la acción... Es el hiato lo que constituye en reali­ dad aquello que denominamos alm a»64. El hiato, por consiguiente, se revela, , por ejemplo, al reprimir las pul­ siones, al mantenerlas cabe a sí, lo cual, dice Gehlen, «es de una importan­ cia infinita para la existencia del hombre». El hiato, por otra parte, nos descubre un «interior» (ein «Inneres») en el hombre. El hiato es la base vital del alma: «Esta capacidad de ‘tener cabe a sí’ las pulsiones, de variar el comportamiento circunspecto independientemente de ellas pone al descubierto un 'interior y tal hiato, visto con más precisión, es la base vital del fenómeno llamado alm a»6*. En otro texto viene a indicar también lo siguiente: «El carácter de inhibición de la vida pulsional, la posibilidad de ocuparla con imágenes, y la diferibilidad o plasticidad son, pues, distintos aspectos de un mismo hecho. Y, en el lenguaje corriente llamamos (alma} ante todo al estrato (Schicht) de las necesidades conscientes y de los intereses orientados que se dan a conocer en imágenes (Bilder) y representaciones (Vorstellungen)»66. Una última cita señala finalmente: En el hiato experimentamos los impulsos encubiertos en fantasmas e imágenes de las situaciones de su satisfacción; por consiguiente, en imágenes del mundo exterior (Aussenwelt)... Cuando Novalis calificaba el alma con la expresión: (el interior mundo exterior (innere Aussnwelt) lograba una visión tan profunda como Kant que decía que las representaciones (Vorstellungen) del sentido exte­ rior son aquellos con las que ocupamos nuestro ánimo»67. El apriori del «excedente pulsional» (Antriebsüberschuss) y su relación con la acción El concepto de «excedente pulsional» (Antriebsüberschuss) aparece múltiples veces utilizado por Gehlen en conexión con las pulsiones huma­ nas. Por eso lo incluyo aquí en relación con la organización arquitectónica del sistema pulsional. 64. Cfr. Estudios sobre Antropología y Sociología, 62; El hombre,332 y ss. 65. Cfr. El hombre, 54. Compáórese con 338-339. 66. Cfr. El hombre, 55. 67. Cfr. Estudios sobre Antropología y Sociología, 52-53. Compárese con El hombre, 341.

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