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LA ANTROPOLOGIA DE LA ACCION DE ARNOLD GEHLEN 455 Por la capacidad simbólica que introduce el hombre en los procesos senso-motores hay, pues, una diferencia respecto del comportamiento ges- táltico o de dirección hacia un todo que tiene lugar en el reflejo condicona- do del animal, puesto que en los procesos sensomotores el trato comunica­ tivo, que ha tenido que ser muy prolongado, ha devenido simbólico. En efecto, en los procesos senso-motores se da una tendencia a la visión pano­ rámica, a la articulación. Se constituyen unos centros de gravedad (Schwer­ punktsbildung) y hay una transponibilidad de las formas (Transponierbar- keit der Gestalten) en base a posibles dislocaciones, desplazamientos e interferencias57. Por su parte, en el proceso del lenguaje se repite la comunicación sen- so-motórica pero ampliada ilimitadamente. Vuelve a tener lugar, por tanto, la comunicación senso-motórica pero de una manera simbólicamente más concentrada e ilimitada. La plenitud de mundo es aumentada activamente (tätig vermehrt); es concentrada (zusamengezogen) y condensada (verdich­ tet) de nuevo en símbolos determinados y fáciles —las palabras— que son acciones, y acciones propias. La comunicación propia del lenguaje se re­ suelve, pues, en la activa construcción de símbolos más condensados y en la disponibilidad arbitraria de los mismos en todo instante, o de los estados objetivos en ellos aludidos: «L a pieza maestra de las operaciones humanas -d ic e Gehlen— es la de lograr un máximo de orientación a la vez que un poder disponer extremadamente fácil de lo percibido, lo cual, a través de las palabras, se encuentra incluso de una manera incomparable en el autosentimiento de la propia actividad»58. Por la acción organizadora, simbólica, del lenguaje, diríamos, de un modo tal vez excesivamente sintético dada la complejidad de la temática, lo siguiente: 1.°) Que es posible condensar todavía más simbólicamente y dominar panorámicamente la lejanía que se sustrae. Lo lejano se torna cercano me­ diante aquella actividad organizadora e instauradora de símbolos que tiene, por de pronto, el mismo rango que la vista. 2.°) Que es posible un comportamiento activo, que va más allá del trato directo propio de la percepción y que no modifica sus objetos. Se da una comunicación, sensible sólo en sí misma, que no produce modificación real alguna. Esta no modificación real es la condición de todo comporta- 57. Cfr. El hombre, 48. También Estudios sobre Antropología y Sociología, 37 y ss. 58. Cfr. El hombre, 48.

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