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LA ANTROPOLOGIA DE LA ACCION DE ARNOLD GEHLEN 453 co, con unas raíces biológicas —Gehlen enumera hasta cinco sucesivamente concatenadas entre sí—53. El comportamiento lingüístico presupone, por tanto, un comportamiento pre-lingüístico (vorsprachliches Verhalten). He aquí, pues, el punto de vista que, quizás, más le importa destacar a Gehlen a propósito del comportamiento lingüístico: que éste tiene una base vital, biológica; en definitiva, prelingüística. Esto es lo que a él más le interesa. En cambio, el lenguaje entendido como comunicación o participación es, para él, mas bien algo secundario. Lo primario, lo esencial, es el origen del lenguaje. Así se entiende el gran aprecio que dice sentir por Herder cuan­ do afirma que «la Antropología desde Herder no ha progresado nada». Como sabemos, Herder publicó una obra, que fue incluso premiada, preci­ samente con el título: Sobre el origen del lenguaje. Volviendo al tema del comportamiento lingüístico, distingue Gehlen un comportamiento humano senso-motor (comportamiento prelingüístico), lenguaje y pensamiento (comportamiento lingüístico). Entre ambos existe una profunda unidad. En efecto: «La ley estructural del comportamiento senso-motor humano se continúa en el lenguaje y hace posible, finalmente, la peculiaridad de la inteligencia humana», idea que confirma un poco más adelante afirmando, de modo similar: «La dirección de los procesos senso-motores es claramente asumida y alcanza su pleno cumplimiento en el lenguaje, y esto significa haber encontrado la transi­ ción al pensamiento » 54. Por consiguiente, a través de una ley estructural que es siempre la mis­ ma —la ley de la acción—, que recorre los distintos procesos u operaciones —en este caso los de tipo lingüístico— se realiza y se comprende el tránsito de lo físico a lo espiritual y todo ello en el ámbito de un planteamiento bio-antropológico del hombre. Explicitemos un poco los procesos indicados del comportamiento pre­ lingüístico y lingüístico. Como caracteres del comportamiento lingüístico, que implican una ac­ tividad exonerante, señala Gehlen los siguientes: — una comunicación y trato con las cosas; — una actividad propia retrosentida y sensorialmente reflejada; — una actividad alusiva; 53. Cfr. El hombre, 193-256. 54. Cfr. El hombre, 47. Compárense con 233-236.

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