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452 JOSE-LUIS RODRIGUEZ MOLINERO La estructuración operacional o arquitectura del mundo propio del hombre nos hace ver, por último, una vez más, algo a lo que, en cierta medida, hicimos referencia en la primera parte: Que el proyecto antropoló­ gico de la acción se distingue de cualquier otro, «por el hecho —señala Gehlen—de que logra, bajo la idea del constituirse de las operaciones (des Leistungsaufbaus), una concepción auténticamente antropo- lógico-biológica, que le permite encontrar un ámbito, o plano, en el que el tránsito de lo ‘físico’ a lo ‘espiritual’ se realiza continuamente, pudiendo, por tanto, ser realizado de nuevo (nachvollzogen) y entendido»52. d) La estructura arquitectónica del comportamiento lingüístico en cuanto producida por la acción Tras las indicaciones hechas sobre aspectos generales relacionados con la construcción arquitectónica del mundo propio del hombre, podemos pasar a la mostración concreta de esa construcción o estructuración jerar­ quizada en varios aspectos o modos de comportamiento humano y, en primer lugar, en el comportamiento lingüístico, viendo en esa construcción arquitectónica cómo el hombre organiza las condiciones existenciales de su propia existencia. Quedan todavía aspectos generales de la exoneración que no he men­ cionado en los apartados precedentes. El más importante, sin duda, es el relativo a la simbolización, que aparecerá, sin embargo, como algo esencial del mismo,, en este apartado del comportamiento lingüístico. Sobre el comportamiento lingüístico en cuanto indicador de acción, trata ampliamente Gehlen en toda la segunda parte de su obra El hombre. Para no extenderme demasiado me limitaré a exponer lo que considero más esencial en relación con el propósito que ahora nos guía, a saber: mostrar la estructura del comportamiento lingüístico en cuanto denotador de una acción exonerante por la que el hombre trata de mantenerse en la existencia haciéndose a sí mismo. El comportamiento lingüístico (sprachliches Verhalten) significa para Gehlen el logro del mayor nivel en exoneración o liberación respecto de la presión del aquí y el ahora y, por tanto, respecto de la deficiente constitu­ ción morfológica del hombre. Ahora bien, el comportamiento lingüístico no es algo que haya que entender como relacionado con un estrato espiri­ tual del hombre totalmente desvinculado de los estratos u operaciones inferiores o más elementales. Es como un sistema con un sustrato biológi- 52. Cfr. El hombre, loe. cit.