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424 JOSE-LUIS RODRIGUEZ MOLINERO la conveniencia de un estudio detenido de lo que constituye su núcleo esencial: el tema de la acción. Dice así el referido autor: «Arnold Gehlen parece a primera vista un autor conocido que ha llegado, inclu­ so, a ser popular. Su obra maestra: El hombre, su naturaleza y su puesto en el mundo; su antropología cultural y su doctrina de las instituciones de años poste­ riores han eentrado a formar parte con sus conceptos fundamentales del vocabu­ lario especial de muchos filósofos y sociólogos, e incluso en las estanterías de muchos pedagogos de los últimos años da la impresión de que no faltan los libros de Gehlen. Sin embargo, el muy leído Gehlen continúa siendo uno de los más desconocidos y la amplia difusión, así como el notable aumento de edicio­ nes de sus obras no nos pueden engañar acerca del hecho de que la antropología de Gehlen, su doctrina de las instituciones, su estética y su ética posterior, etc. continúan siendo ampliamente térra incógnita». La existencia, por tanto, de bastantes trabajos ya publicados sobre Gehlen; el hecho de que en los tratados de Antropología filosófica se le mencione como uno de los filósofos del hombre más importantes de nues­ tra época y que,a pesar de ello, siga siendo un autor que en amplia medida es todavía terreno desconocido, justifican la necesidad e importancia de un estudio precisamente sobre lo que Gehlen más cultivó y en lo que más sobresalió: la Antropología filosófica y, dentro de ésta, sobre la dimensión nuclear de la misma: el tema de la acción, que hace de él uno de los principales propulsores de esta temática dentro de las corrientes antropoló­ gicas del siglo XX. 2.a) Una segunda indicación preliminar pretende situar la antropología de la acción de Gehlen en el conjunto de su obra escrita. No sin ciertos riesgos, indudablemente, como ocurre casi siempre que se intenta señalar períodos, o fases distintas, en el pensamiento de un au­ tor, podemos distinguir dos etapas primordiales y diferenciadas en el pen­ samiento de Gehlen: la de los Escritos filosóficos (recogidos ya en los tomos primero y segundo de sus Obras completas) anterior al año 1940; y la que se inicia a partir de la publicación, ese mismo año, de su obra principal El hombre; su naturaleza y su puesto en el mundo (que aparecerá en el tomo tercero), que es la etapa marcadamente antropológica. El primer momento de Gehlen tiene que ver con la Filosofía de la existencia y, sobre todo, con el Idealismo alemán, principalmente de Fich- te. De esa época son, entre otros, su trabajo de tesis doctoral sobre La teoría de la posición y del saber que pone en Hans Driesch (1927), y Espíritu real e irreal (1931) —su trabajo de habilitación—. Publica también en el año en que Jaspers da a conocer su obra sistemática y principal, Filosofía, (1931) una breve pero dura crítica contra la filosofía de éste que titula

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