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LA ANTROPOLOGIA DE LA ACCION DE ARNOLD GEHLEN 441 aparecen por doquier en la mayoría de sus escritos de carácter antropológi­ co, en las que, a la vez que refleja ese aspecto orgónicamente negativo, menesteroso, inacabado, gravoso, oneroso..., etc., del hombre, pone de manifiesto la exigencia de que el hombre ha de relacionarse consigo mis­ mo, ha de convertirse en tarea para sí mismo... etc., en orden a su acaba­ miento, realización, consolidación y a lograr su propia seguridad y su per­ manencia en la existencia; en definitiva, a ser activo. Las afirmaciones aludidas, que en muchos casos nos llevan a recordar a Nietzsche, son del tenor siguiente: «El hombre es un ser inacabado» (unfertiges Wesen). «El ser inacabado pertenece a las condiciones físicas, a la naturaleza del hombre». «El hombre es un ser todavía no fijado». «(El hombre) es el animal no consolidado» (das noch nicht festgestelltes Tier). «(El hombre) es el ser arriesgado y con una posibilidad de malograrse». «El riesgo es constitucional al hombre». «(El hombre) es el ser expuesto a una enorme capacidad de error y a la pertur- babilidad de la conciencia». «(El hombre) es un ser orgánicamente carente de medios, de instintos, y dejado sólo a sí mismo». «En un sentido biológico, el hombre está inadaptado, está no especializado y determinado por una serie de primitivismos: le falta el revestimiento de pelo, y, por tanto, la protección natural frente a la intemperie. Está privado de órga­ nos defensivos naturales así como de una estructura corporal apropiada para la huida. En lo que concierne a la agudeza de los sentidos es superado por la mayoría de los animales. Tiene una carencia, en una medida que es peligrosa para su vida, de auténticos instintos, y durante toda su época de lactancia y niñez está sometido a una necesidad de protección incomparablemente prolo- ganda. Encontrándose en condiciones naturales, originarias y primitivas, y vi­ viendo en el suelo en medio de animales valentísimos en la huida y de depreda­ dores muy peligrosos, el hombre hubiera sido ya hace tiempo eliminado de la faz de la tierra»32. Todas estas afirmaciones o expresiones tienen un significado y un al­ cance considerable en relación con la concepción gehliana de la acción. Esta, prácticamente está concebida como un medio auxiliar o un mecanis­ mo compensador o superador de esa situación de no consolidación, de riesgo constitucional, de reducción instintiva y de inacabamiento orgánico, 32. Cfr. El hombre, 33.

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