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ROGER BACON: SUS IDEAS EXEGETICAS 275 esta idea Bacon era inflexible. Si algún error había, estaría de parte de la ciencia, actividad humana e imperfecta y no en la Biblia. Esta ciega fe en la textualidad de la Escritura tuvo el saludable efecto de­ rivativo de mejorar notoriamente los sistemas de cómputo temporal y lograr, por esa vía, una exactitud mucho mayor en la fijación de los sucesos históricos, sean sagrados o profanos. Hay en la base de las ideas cronológicas de Bacon profundos erro­ res que no fe son directamente imputables, pues coincidía en ellos con todos sus contemporáneos, y aún con pensadores católicos de va­ rios siglos después (cuando tal actitud era mucho menos justificable, teniendo en cuenta el adelanto científico). Roger desconoce la prehisto­ ria. La etapa humana en la creación comienza directamente con la vida intelectual, y concretamente con la revelación a los patriarcas. Esto lo lleva a una particular idea sobre el cómputo de la historia humana: a la inversa de muchos otros, que se preocuparon excesivamente por in­ dagar hasta Adán, Roger, más práctico, se considera satisfecho con fi­ jar una cronología que arranque de esta primera revelación patriar­ cal 101. El problema científico subyacente a la fijación cronológica es la elaboración de un calendario correcto. Bacon escribió una obra dedica­ da a este tema —el Compotus— en 1263, adhiriéndose a las teorías de Thebit, en seguimiento de su maestro Grosseteste 102. Entendía que la reforma del calendario, tal como la propuso en el Opus Maius no podía hacerse válidamente sin solucionar algunos problemas técnicos previos, como la precesión de equinoccios, y de allí que se dedicara bastante a justificar sus precisiones y mediciones. Además de la aplica­ ción al calendario y a k exégesis, había en este punto un interés ideo­ lógico (filosófico-teológico), al que debemos referirnos brevemente para entender por qué Bacon dio tal importancia al tema, que hoy nos pa­ recería secundario. En el Opus Maius el problema astronómico se trata brevemente, pero sus referencias bastan para comprender que Bacon fluctuaba entre su adhesión a los sistemas más «modernos» o «cientí­ ficos» (en el sentido de «astronómicos») de Thebit o de Ptolomeo, y su aceptación de los sistemas más tradicionalistas (Averroes y Al Bi- trugi) que se fundamentaban en Eudoxo y la teoría de las esferas con­ céntricas, es decir, que eran un sistema astronómico dependiente de la 101. Cfr. L. T honrdike , The true Bacon, en Americal Historical Review 21 (1916) 268. 102. Cfr. P. D uhem , Le système du monde. Histoire des doctrines cosmolo­ giques de Platon à Copernic. Ilème Partie, T. III, Paris 1954, 412 ss.

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