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266 CELINA A. LERTORA MENDOZA ciertas premisas. No la consideramos arbitraria porque los dos criterios citados, combinados, pueden dar cuenta suficiente de los textos mismos. 1.° Matemática En la cuarta parte del Opus Maius desarrolla Bacon este tema, in­ cluyendo la matemática pura y la aplicada (óptica, también llamada en latín «perspectiva»). Sin embargo pojemos distinguir des usos clara­ mente diferenciados entre la matemática como ciencia de la cantidad continua (geometría) y discreta (aritmética), y sus aplicaciones astro­ nómicas (calendario, fechas, etc.) o topológicas (geografía). En resumen, las funciones d.e ayud!a a la exégesis, y en general a la teología, de la matemática pura son tres (Gf. Opus Maius, IV. Bridges I, 80 ss): 1.° Explicación del significado sagrado de los números. 2.° Fundamentación de la analogía entre las formas geométricas y su significación mística, especialmente la difusión de la luz (este punto no es propiamente de matemática pura, sino de óptica, pero lo coloca­ mos aquí por ser la disciplina más «formalmente matemática» de to­ das las mixtas o aplicadas). 3.° Ayuda para la comprensión de la música sagrada. Una impresión primera que se tiene al conocer la función que Ba­ con proponía para la matemática, es que tenía una idea inadecuada de ella. Y en efecto, mucho se ha discutido el título de Doctissimus ma- thematicus con que en algún tiempo se lo nombró. Muy atinadamente observa Smith 98 que antes de juzgar es necesario definir los términos. Es verdad que Bacon no hizo descubrimientos matemáticos, y ni siquie­ ra trabajó asiduamente en esta disciplina. No obstante, se admite que tuvo una gran visión sobre el futuro de esta ciencia y sobre sus aplica­ ciones (como, en otras épocas, se pudo decir lo mismo de Tales, Pla­ tón, Pitágoras, etc.). Con todo, también aquí hemos de reconocer que la aplicación de la matemática a la exégesis, es de las menos afortuna­ das de nuestro autor, no obstante lo cual, algunas de sus ideas nos pa­ recen — al menos en parte— rescatables. 96. Cfr. D. E . Smith, The place of Roger Bacon in the History of Mathe­ matics, en Roger Bacon Essays..., 182-183.

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