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ROGER BACON: SUS IDEAS EXEGETICAS 265 guas sicut matemam in qua natus est, ut nos loquimur Anglicnm, Galli- cum, et Latinum; nec ut sciamus tantum de his linguis ut quilibet fiat interpretes, et transferre possit in linguam maternam Latinam ssientiam de lingiuis lilis-. Sed tertius gradus hic eligendus est, quá fa- cillimus est habenti doctorem, scilicet ut sciamus de his quantum sufficit ad intelligendum quae requirit Latinitas in hac parte (Comp. Stud. Phil., c. 6: Brewer, 433434). En suma, Bacon es realista y no propugna un conocimiento exhaus­ tivo e incorporado al propio modo de pensar, porque eso sólo es posi­ ble con la lengua materna o con otra de uso frecuente. Lo que propone es un mínimum necesario para comprender los textos, y sobre todo, como ya dijimos, sobre la base de un estudio científico de la gramática. En cambio, para las restantes ciencias parece más exigente. No sólo exige unas primeras y sintéticas nociones, sino una profundización de los contenidos, los métodos y las nuevas investigaciones. Esto vale pa­ ra todas, de igual manera, aunque en el transcurso de la redacción suela insistir más particularmente en algunas, como la óptica, lo cual se debe, a nuestro entender, a su interés personal y a su inclinación subjetiva, y no a un intento deliberado de exigencias mayores con re­ lación a alguna ciencia en especial. 2.2. Utilidad del estudio de cada ciencias en particular Prácticamente todas las ramas del saber pueden vincularse a la fi­ nalidad exegética, pero no todas tienen la misma importancia, ni Bacon les dedica igual atención. En estos tratamientos hay muchas repeticio­ nes, producto de los diferentes estadios redaccionales que se han con­ servado de sus primitivos planes inconclusos. Por eso una mayor can­ tidad de ejemplos, o de citas, no ayuda a comprender la importancia relativa de la utilización de una ciencia. Para nuestra síntesis nos hemos valido de otros criterios. En primer lugar, la gradación misma de las disciplinas, conforme están expuestas en el Opus Maius, pues desde lue­ go será más importante la aplicación de una ciencia subordinante como la matemática, que de una subordinada, como la óptica. Esto, como principio general. Pero en la práctica, habida cuenta del texto bíblico mismo, puede suceder a la inversa. Por eso nos atenemos a la impor­ tancia que —dentro de su mentalidad— podía conceder a cada uno de los casos. Advertimos, pues, que esta no es una exposición lineal del pensamiento baconiano, sino una estructura reconstruida a partir de

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