PS_NyG_1989v036n002p0195_0372

ROGER BACON: SUS IDEAS EXEGETICAS 221 rardo de Hoyo48. El mismo Bacon, como veremos, aportó algunas co­ rrecciones y sus trabajos, junto con los de Lullio, se tuvieron en cuenta en el Concilio de Vienne, con la Iglesia ortodoxa bizantina49. Las críticas baconianas a la Vulgata Las críticas baconianas a los textos bíblicos pueden resumirse en tres aspectos: en primer lugar, fustiga la apatía con que se copian y transmiten textos viciosos; en segundo lugar impugna como insuficien­ tes y anárquicas las correcciones intentadas en su época; por último, presenta ejemplos concretos de errores. 1. La transmisión de textos viciosos Este es el punto en que Bacon se muestra más airado, quizá un po­ co exageradamente, al menos en sus formulaciones generales 50. Et in comparatione numerorum ad theologiam in quarta parte Operis Majoris, addidi specialiter quaedam exempla de numerorum falsitate; et in Minore similiter addidi exemplum specialissimum cum ómnibus modis probationis; scilicet in Quinto Peccato studii theologiae, quod est de literae corruptione. Clamo ad Deum et ad vos [Clemente IV] de ista corruptione literae; quia vos soli potestis apponere remedium sub Deo per consilium illius sapientissimi de quo superius sum loquutus, et per alios, sed máxime per eum, secundum quod in Remediis Studii apertius declarabo (Opus Tertium, c. XXV: Brewer, 93). La lista de los defectos es también bastante extensa, no sólo referi­ dos a las diversas versiones, sino concretamente al texto «corregido» de la Vulgata, es decir, al impuesto por el Capítulo Parisino de 1236. La gravedad que Bacon trata de hacer ver al Papa es que estos errores no sólo cambian las palabras, sino que comprometen la doctrina: Sexta vero causa est, quod illa quae fuerunt bene translata [e. d. la versión de Jerónimo] sunt modo corrupta, propter hoc quod linguas 48. Cfr. R. Loewe, o . c ., 148-49, y A. Vaccari, o. c ., 296. 49. B. S malley , The Bible in the medieval Schools, en The Cambridge His- tory of the Bible, v o l. 2, 219. 50. Uno de los primeros en llamar la atención sobre estos temas, mos­ trando su importancia capital en el pensamiento baconiano es T. W itzel , De Fr. R. Bacone eiusque sententia de rebus bíblica, en Archivum Franc. Hist. 3 (1910) 196 ss. 3

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz