PS_NyG_1989v036n002p0195_0372

ROGER BACON: SUS IDEAS EXEGETICAS 351 magistri del s. XII comienzan con esta práctica, y las Distinciones son un primer tímido ensayo de sistemática. Así resulta que la lectio, pri­ mitivamente reducida a la explicación de la Biblia, se centra cada vez más en las cuestiones disputadas. La «quaestio» deja de ser una interro­ gación espontánea sobre un texto oscuro y difícil, para convertirse en una técnica aplicada sistemática y conscientemente. De hecho, el gusto por estas cuestiones hará descuidar poco a poco la lectura directa de los textos 148, asunto que amargaba particularmente a Bacon. Tampoco es ajeno a este proceso el influjo de los canonistas (los cuales toman a su vez los métodos de los glosadores romanos), que dividen los temas en cuestiones, luego en artículos y en argumentos a favor, en contra, respuesta y solución de objeciones. No carece de interés comparar la estructura de las cuestiones de la Suma Teológica de Santo Tomás con las del romanista Gribaldus Mopha, pues la analogía aparece claramen­ te. Que todo este movimiento no estaba aún fijado cuando Bacon es­ cribía, se aprecia en las dificultades que los maestros de teología en­ contraban al querer ceñirse a la estructura propuesta por Lombardo para dividir el objeto de estudio. El mismo Santo Tomás quiso apar­ tarse haciendo su propia sistemática, ya más perfeccionada, y sus co­ legas hicieron lo mismo; y así, dentro de una tónica intelectual muy diferente, también Guillermo de Auxerre considera conveniente cen­ trar la temática en una estructura semejante. La escuela oxoniense no podía permanecer absolutamente ajena a estos procesos. De hecho ya vimos que el mismo Grosseteste, tan ape­ gado a la tradición, hizo uso parcial de estas nuevas sistematizaciones, incorporando problemas teológicos, canónicos y casuísticos a sus tra­ tados. Bacon no escribió obras de teología, pero muy probablemente se hubiera atenido también a una forma semejante, pues las de filosofía siguen los lincamientos de la quaestio, al menos al estilo todavía no estereotipado, y propio de las décadas 1240-1250. En cambio la collatio monástica y de los primeros Victorinos se batía en retirada. En realidad no es propiamente un género literario, ni tiene una estructura siste­ mática definida. Chenu la ha comparado con la conversación de un pa­ dre con sus hijos 149. En el s. XII podríamos poner como ejemplos los tratados de San Anselmo y los sermones de San Bernardo. Pedro el Venerable (muerto en 1156) sistematiza la experiencia espiritual de la sacra pagina en tres momentos: lectio, meditatio y oratio. Su diferencia 148 . Ibid., 339 . 149 . Ibid., 343 .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz