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318 CELINA A. LERTORA MENDOZA En el Opus Maius da Bacon una serie de estas informaciones com­ plementarias al sentido literal, y que a su juicio son indispensables pa­ ra no errar en los sentidos espirituales. La mayoría, quizá debido a su particular interés por la astronomía y los cómputos cronologógicos, se refieren a la datación de sucesos, que según él, con la ayuda de un ins­ trumental científico adecuado, puede fijarse con precisión. Los princi­ pales de estos casos son: — La fecha de la creación, o sea, la determinación de la edad del mundo. Debemos reconocer que Bacon lo expone un tanto dubitativa­ mente, porque reconoce que los textos no son lo suficientemente explí­ citos (Bridges I, 190-192). — Cálculo y explicación de la longevidad de los patriarcas. Las edades míticas que se adjudican a los patriarcas, además del sentido espiritual que pueden tener, deben hallar una explicación racional. Por una parte, admite Bacon la idea generalizada de la disminución de la edad media de los hombres debido al castigo divino por los excesos en el pecado, y también a la permisión de la longevidad como premio a la vida virtuosa; pero por otra hay un intento de reducirla a límites más razonables, haciendo uso de la hipótesis de la diversidad de calen­ darios. Esta idea no está desarrollada, sino más bien tímidamente ex­ presada, y quizá esto muestre que Bacon no se sentía seguro en este punto (Bridges I, 193-194). En efecto, concluye su exposición con es­ tas palabras: Et magna disputatio est hic; et forsan invenietur quod declinatio aeta- tis non est per recessum a bona mundi dispositiome in principio, sed ob alias causas determinatas, ut suo loco inferius exponetur (Opus Maius, IV: Bridges I, 194). — 'Determinación de la fecha del diluvio. La preocupación por es­ tos cómputos no era nueva, y en general se trataba de justificar las tra­ diciones, como, en este caso, la transmitida por Flavio Josefo. Pero su­ cede que en las interpretaciones se han deslizado errores de compren­ sión del sentido literal que oscurecen la recta posición de la cuestión. La primera labor del exégeta es denunciar estas desinteligencias. Cita­ mos en el pasaje en que Bacon hace tal, en relación a este punto. Su metodología, por lo demás, es semejante en todos los casos. Escogemos este, porque es comparativamente breve y a la vez completo:

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