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ROGER BACON: SUS IDEAS EXEGETICAS 301 tada de la obra hermenéutica propiamente dicha: la determinación de los sentidos bíblicos. 2. Los sentidos bíblicos Esta era la labor exegética por excelencia en la teología medieval pre-escolástica. La primera etapa remonta hasta San Pablo, y consistió en una lectura «alegórica» de la letra del Antiguo Testamento, siendo el primero en usar la expresión «sentido espiritual» para referirse a la transposición simbólica 113, elaborando la teoría de los tipos. En esta primera aproximación, el sentido espiritual, comprendido como un sen­ tido figurativo o místico, arriba objetivamente a las realidades espiri­ tuales, aunque en su conjunto, y subjetivamente, resulten el fruto de una intensa vida espiritual. Los primeros Padres siguieron en esta línea, y haciendo un juego dialéctico (o circular, según se prefiera) se compla­ cieron en explicar el Antiguo Testamento por el Nuevo (alegoría) y a entender el Nuevo desde el Antiguo (como cumplimiento de las profe­ cías). Según el P. De Lubac, ya en las interpretaciones hebraicas de los cánticos bíblicos (sobre todo el Salterio) están prefigurados los dos sen­ tidos espirituales de la tradición cristiana: el escatológico (dará lugar a la anagogía) y el moral114. Pero además,, la cultura helenista proveyó a los Padres de los mismos recursos: procedimientos alegorizantes y un modo ejemplarista de pensar (influjo, tal vez, neoplatónico). Oríge­ nes y su particular modo de encarar la exégesis, llevándola a una meto­ dología totalmente alegorista, y los antioquenos (más cercanos a nues­ tra moderna concepción de la exégesis) son dos hitos fundamentales que siguieron inspirando a generaciones sucesivas, sobresaliendo Gregorio Magno en la importancia concedida al sentido místico. La anagogía, entendida en su sentido literal «quasi sursum ductio» es una forma de intelección espiritual de las cosas celestes a partir* de sus signos terres­ tres. Será el coronamiento de los sentidos espirituales y lo que les con­ fiere una síntesis entre letra, analogía (veterotestamentaria en el NT) 113. Cfr. H. de L ubac , L'Ecriture dans la Tradition, París 1966, 24, y tam­ bién J. B o n sir v en , Exégese rabbinique et exégese paulinienne, París 1939, es­ pecialmente pp. 207-246. Señala este autor que la exégesis parabólica paulina se basa en la utilización del sentido metafórico (no del real), constituyendo el conjunto una metáfora continuada. Esta era una forma ya usada en los mitos griegos y también está en Filón de Alejandría, unida a la forma de másál típicamente hebrea: comparación alegórica partiendo de un dicho po­ pular que finaliza en una sentencia enigmática que hay que descifrar. 114. L ’Ecriture..., 50, nota 3. 8

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