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204 CELINA A. LERTORA MENDOZA tudiosos, que, como Mandonnet y Aguirre y Respaldiza, consideran que los dos últimos Opus son en realidad fragmentos y bocetos abandona­ dos al escribir el Opus Maius23 . También de esta su «época de oro» datan la introducción al pseudo-aristotélico Secretum Secretorum, la gramática griega, el boceto de la hebrea y el Compendium Studii philo- sophiae que quedó incompleto y fue abandonadlo definitivamente en 1272. El Papa murió en 1268 y con él Bacon perdió su apoyo. Las órde­ nes temían la introducción de doctrinas condenables y a esta postura se debe la condenación de Tempier en 1277 en París. El Capítulo Ge­ neral Franciscano condenó a Bacon, por sospechoso de magia, en 1272, siguiendo una orden de su General Jerónimo Ausculanum. No conten­ tos con esto, los miembros de la Orden lo hicieron aprisionar en 1278, y aunque intentó apelar a Nicolás III y Nicolás IV (el mismo Auscu­ lanum) no tuvo éxito. Evidentemente en su larga reclusión (de 1278 a 1292) pesó bastante la animadversión que contra él sentían conspicuos miembros de otras órdenes o rivales suyos. En efecto, Bacon conside­ raba a los dominicos Tomás y Alberto como hombres llenos de pueril vanidad y gran superficialidad, y Guillermo de Moerbeke era para él un ignorante que por sus deficiencias perjudicaba las traducciones. Durante su cautiverio escribió el Compendium Studii Theologiae , que contiene la mayoría de sus ideas sobre la exégesis, la enseñanza de la teología y la reforma moral de la Iglesia. Lamentablemente esta obra quedó inconclusa a su muerte, en 1294. La posteridad, conducida por el paso de sus condenas, lo olvidó rápidamente, y el reconocimiento público más importante que tuvo en el período cercano a su desapari­ ción es una carta oficial de Oxford, del s. XV, donde se lo menciona como uno de los modernos, pero sus obras fueron desconocidas durante muchos años. La determinación exacta de su autenticidad y cronología es muy difícil. Hasta ahora parecen sólo indubitables las siguientes fe­ chas: 1266-1267 para los tres Opus , 1271 para el Compendium Studii Vhilosophiae y 1292 para el Compendium Theologiae. Son particularmente arduos los problemas implicados en el análisis de sus escritos de alquimia; Dorothea Walley Singer da como auténti- eos sólo la Epístola de po teste artis et natura editada por Brewer y un Breviloquium, señalando hasta veintisiete opúsculos, que le fueron fal­ samente atribuidos en los dos siglos siguientes y dos más, añadidos en 23 . A . A g u ir r e y R espaldiza, o . c ., 126 .

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