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CRISIS DE LA CONCEPCION POLITICA MEDIEVAL EN LA EPOCA... 67 los aúna en todas sus actividades espirituales y temporales. R. Bacon planea una república mundial cristiana , integrada por todos los pueblos. A los que no formen parte de ella no les queda otra alternativa que preparar su ingreso por la conversión o sufrir las duras consecuencias de su rechazo. Ante el hecho de que esta república cristiana tiene ante sí a los tártaros y sarracenos, si rehuyen la conversión, deben actuarse contra ellos los instru­ mentos de fuerza que él mismo deseaba poner en manos del Papa con sus inventos científicos. «Seguramente, comenta con ironía E. Gilson, este es un método concebido para hacer que no haya más que un sólo rebaño y un sólo pastor, pero no es precisamente el que había anunciado el Evange­ lio» 18. La teocracia papal alcanza en R. Bacon una justificación mística. Ramón Llull comparte la visión teocrática de R. Bacon, pero con mati­ ces muy característicos. Podemos afirmar, con M. Cruz Hernández19, que el ideal del iluminado pensador consistía en hacer descender el orden uni­ versal divino para que se realizara aquí abajo en el imperio universal cristia­ no. Así se lograría la paz universal cristiana en una deseada «paz perpetua». R. Llull proponía para la conversión de los sarracenos un proceso de do­ cencia con misioneros preparados en colegios aptos, donde se formarían para ser apóstoles en los países del Islam. Unicamente debería hacerse uso de la fuerza contra la reacción violenta de los fanáticos para proteger a los apóstoles de la verdadera fe. En todo caso hay que decir que R. Llull identificaba la sociedad universal cristiana con la comunidad de todos los pueblos. Así el ideal universalista luliano adquiere un tono netamente te­ rreno y político que exige el predominio político del poder temporal en el espiritual20. Mientras fraguaba esta teología teocrática en el siglo XIII, predominan­ temente en los medios curiales, en este mismo siglo se estaba elaborando otra concepción teológica de la que surgiría la crítica a la teocracia papal. Se trata del naturalismo de santo Tomás de Aquino, basado en Aristóteles. La nota más significativa del cocepto aristotélico de naturaleza es su total autonomía. Santo Tomás, que acepta esta autonomía de la naturaleza, aun­ que no con el radicalismo metafísico de Aristóteles, la aplica al campo de 18. E. GlLSON, Las metamorfosis de la Ciudad de Dios , Buenos Aires 1954, 87. En el apartado III. La República cristiana expone la interpretación teocrática de Bacon. Cf. B. L andry , L ’idée de Chrétienté chez les scolastiques du XHIe siécle , Paris 1929, chap. IV. L ’im- périalisme de Roger Bacon , 61-88. 19. Cf. M. CRUZ H ernández , El pensamiento de Ramón Llull , Valencia 1977. Realiza un desarrollo sistemático del tema en IX. La praxis luliana como utopía , 205-252. 20. Cf. A ndrés DE P alm a DE M allorca , Ramón Llull y la Sociedad de las Naciones , en Estudios Franciscanos 49 (1948) 229-260; no subraya, en este documentado estudio, que R. Llull razona siempre desde una concepción netamente teocrática en la que todo debe hallarse bajo el dominio y dirección del Papado.

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