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98 CEFERINO MARTINEZ SANTAMARIA Este Dios, Legislador y providente, tan altamente valorado por Suárez, cumbre de una trayectoria mental española, será un día atacado sañuda­ mente por la Ilustracióny por aquellos filósofos del siglo XVIII, que se apelli­ daron deístas, porque, como se ha dicho, no había llegado aún el tiempo de declararse ateos. Frente a éstos y también frente a una mentadlidad medieval, escleróticamente beata, agrada subrayar el sentido de equilibrio del pensamiento de la escuela española, válido hasta nuestros días, en los que el Concilio Vaticano II ha vuelto a este esquema mental en sus ense­ ñanzas. Referencia a ]uan Luis Vives Si bien es justo el haber centrado esta investigación sobre los problemas ético-políticos del siglo XVI, en lo que respecta a España, en torno a la Escuela de Salamanca , no sería equitativo hacerlo de modo exclusivo. Son tales las investigaciones y hallazgos fuera de la misma, que sería anticientí­ fico silenciarlas. Sin duda, el pensador español que estudió más seriamente los problemas ético-políticos, al margen de la Escuela de Salamanca, fue J. L. Vives. Debo, pues, exponer lo necesario de este pensador para la inteligencia de su peculiar actitud mental al mencionarle a propósito del estudio de la respuesta dada por el pensamiento español a los grandes problemas medievales y modernos. Para adentrarse por el pensamiento de Vives es fundamental lo referen­ te a sus fuentes79. A lo que han afirmado los historiadores de Vives debo añadir que, a mi modo de ver, la obra que refleja mejor las fuentes de su conocimiento en el aspecto político, cultural y religioso, son sus Comenta­ rios a la Ciudad de Dios. Estos han sido objeto de una detenida reflexión por parte del Prof. Enrique Rivera de Ventosa, quien llega a la conclusión de que en la formación cultural de J. L. Vives se da un salto lamentable desde Boecio a los autores del Renacimiento del siglo XVI 80. Vives no inti­ mó con lo mejor y más profundo del pensamiento medieval cristiano. Pien­ sa el Prof. E. Rivera que un encuentro con dicho pensamiento medieval 79. Aún no existe un estudio exhaustivo sobre las fuentes del pensamiento de J. L. Vives, pese a las múltiples referencias que hacen al tema sus mejores historiadores: A. BONI­ LLA Y S an M artín , Luis Vives y la filosofía del Renacimiento , 3 vols., Madrid 1929; M. SOLANA, Historia de la Filosofía española en el siglo XVI, Madrid 1941; t. I, 33-208; A. G u y , Vives ou l’humanisme engagé , París 1972; C. G . NOREÑA, Juan Luis Vives , Madrid 1978. 80. Cf. E. R ivera DE V entosa , El joven Vives, comentador de la «Ciudad de Dios» de San Agustín », en Cuadernos Salmantinos de Filosofía 4 (1977) 145-168.

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