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EL CONCEPTO DE «PARTICIPACION» Y SU ALCANCE METAFISICO... 53 cosa sería para ellas «ser» y otra muy distinta «ser algo» («aliud esse, aliud aliquid esse»)49. Es decir, en un tal supuesto las sustancias serían buenas, pero no tendrían como bueno su ser mismo («esse ipsum»)50, o lo que es equivalente: en ellas no se identificaría el «ser bueno» con el ser sustancial. Una cosa sería para ellas el «esse», y otra el «bonum esse». El bien sería en ellas no el «esse ipsum», sino un «esse aliquid», un ser accidentalmente o por participación. Pero el ser de todas las cosas es bueno precisamente porque procede de la voluntad del SER BUENO por esencia, o sea, de Dios. Este Ser no es otra cosa que Bueno. Por tanto, las sustancias finitas, aun siendo buenas en su propio ser sustancial, no son semejantes al Bien primero: 1.° Porque reciben de El el ser bueno; y, 2.° porque son compuestas, y hay en ellas algo más que el ser bueno sustancial. Así, puesto que el que no es blanco quiso que fueran blancas, son «tan sólo blancas» («sunt tantum alba»); pero puesto que el que es Bueno quiso que fueran buenas, son buenas «en lo que son» («in eo quod sunt»)51. Obsérvese la contraposición terminológica entre el «esse bonum tantum» equivalente al ser por accidente o por participación, y el «esse bonum in eo quod sunt» o la bondad que se identifica con el ser sustantivo, que define a la sustancia en cuanto que tal sustancia. Se puede concluir, pues, sin ningún género de duda, que Boecio em­ plea en el cuerpo del «De Hebdomadibus» los términos «participare» y «participatio» en el sentido de «ser algo accidentalmente» o «esse aliquid tantum», o sea, un ser distinto de aquel que constituye a la cosa misma en su sustancia. b) Al pasar ahora al análisis del término «participare» y de «participa­ tio» en los «axiomas», se nos plantea inmediatamente esta cuestión: ¿Ten­ drán estos términos aquí un significado distinto al que Boecio les ha asigna­ do en el razonamiento que ellos mismos debían fundamentar? ¿Es posible que los teoremas empleen los mismos términos de los principios que los sustentan, pero con un significado diferente? En ese caso, ¿dónde quedaría la coherencia sistemática? Y ¿no apela Boecio precisamente al modelo de­ ductivo de las matemáticas?: «Ut igitur in mathematica fieri solet ceterisque etiam disciplinis, PRAEPOSUI TER­ MINOS REGULASQUE quibus cuneta quae SEQUUNTUR efficiam»52. 49. Ibid, p. 46, 106-107. 50. Ibid., p. 46. 51. Ibid., p. 50, 160-162. 52. Ibtd., p. 38, 14 y 40, 15-17.

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