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50 JUAN JOSE ACOSTA RODRIGUEZ «hay una cualidad singular, como la de Platón o la de Sócrates, y otra la común a muchos, la cual se encuentra toda entera en todos y cada uno, como la humanidad... En efecto, cuantas veces contempla nuestro espíritu una cualidad tal, no nos vemos llevados a pensar en una persona determi­ nada en virtud de ese nombre, sino en todos los que PARTICIPAN de la definición de la humanidad»39. Es decir, todos aquellos sujetos a los que conviene la definición de la «humanitas», participan de esa cualidad. La «humanitas» es un nombre común e implica una pluralidad de sujetos; la «Platonitas», en cambio, es un nombre propio y exclusivo de un suejto y, por tanto, no cabe hablar de participación en ella. Esto no quiere decir que la participación no tenga lugar en los juicios singulares, pues si digo «Sócrates es filósofo», estoy significando que Sócrates participa de la filosofía40. Finalmente, en un texto del Libro III, cap. 9 incluido en el contexto del tratado de los «posibles», se afirma que el hombre, en cuanto principio de movimientos o actos necesarios, participa de la «naturaleza»; y en cuan­ to principio de actos voluntarios, participa del «libre albedrío»41. En otras palabras: En cuanto que sujeto de actos naturales, el hombre es un ser natural. Participa, por tanto de la «naturaleza». Y en cuanto que sujeto de actos libres es un ser libre, participando consecuentemente de la «libertad». V. LA «PARTICIPACION» EN LOS OPUSCULOS TEOLOG ICOS 1. En el «Contra Eutychen» El año 512, mientras Boecio redactaba su primer comentario al «Perí hermeneias», o incluso después de haberlo terminado, componía este opúsculo teológico con el propósito de clarificar la temática cristológica que se debatía en su época. Por lo que a nuestro asunto se refiere, sólo aparece el verbo «participare» en un ocasión. Se trata del cap. 6, en el pasaje en que Boecio pasa revista a las distintas formas posibles de trasmu­ tación entre dos sustancias, con vistas a dar una respuesta a los monofisitas. Una de las permutaciones descartada como imposible es la que supon­ dría conversión de una sustancia corpórea en otra incorpórea. La razón de esta imposibilidad está en que dichas sustancias no PARTICIPAN de una materia común que sirva de sujeto receptor de las cualidades permuta- 39. Ibid. , p. 136, 20-28. 40. Ibid., p. 77, 18-22. 41. lbid.,p. 231, 25-232, 5.

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