PS_NyG_1989v036n001p0007_0038

LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS EN ESPAÑA... 15 primeros tercios del primer año, los preceptos de las súmulas necesarios para la instrucción en el modo de saber definir, dividir y argumentar, omi­ tiendo toda cuestión de las muchas inútiles que suelen agitarse sobre la inteligencia de estos mismos principios; y consecutivamente han de enseñar la lógica (que se dice magna) reduciéndola a cuestiones útiles, concisas, y que den idea de lo que es y a lo que se ordena esta ciencia ministerial; ocupando el último tercio de este año en instruir a los discípulos en la historia de los varios sistemas filosóficos antiguos y modernos, con una exacta análisis de los más célebres, advirtiendo lo que en alguno de ellos no conviene con los dogmas de nuestra religión católica, para que lo eviten, dejando entera libertad para seguir cualquiera que no sea contrario a ella, sin distinción de antiguos o modernos, y absteniéndose de prevenir el jui­ cio de la Iglesia, con semejante censura al que no adopten o sigan. »En el segundo año se explicará la teoría de la filosofía natural, según el sistema que se prefiera, y se enseñará la práctica demostración de ella con el auxilio de máquinas e instrumentos, y cuanto se juzgue conducente para hacer visible la verdad del teorema y proposición establecida, desti­ nándose para este ejercicio práctico y experimental dos o tres mañanas o tardes de cada semana de los últimos tercios de este segundo año, pudien- do cualquiera de los que a él se presenten exponer modestamente las ex­ cepciones y reparos que quiera producir contra las experiencias que se hagan, resolviéndolas los catedráticos con igual moderación; y asimismo será conveniente se enseñen en el último tercio de este año los principios generales de la geografía, cronología y crítica. »El tercer año precisamente se han de aplicar al estudios de la filosofía moral, de que tanta necesidad hay; y para mayor aprovechamiento de los oyentes se ha de leer en estas cátedras hora y media por la mañana y otro tanto tiempo por la tarde, arreglando la de entrar y salir en la clase a la variación de las estaciones del año: en cuya forma han de cursar los tres de artes todos los estudiantes, que hubieren de pasar a oír teología, o medici­ na; y los que entraren a oír leyes cumplan con haber estudiado lo que se ha de enseñar según este plan en el primer y tercer año, sin precisarles a que estudien las materias respectivas del segundo, si voluntariamente no quieren hacerlo». Para fomentar el estudio de las matemáticas, de las que sólo había una cátedra, proponían la lectura de un curso de las mismas en dos años, empezando por la geometría, según los Elementos de Euclides. La subven­ ción económica de esta enseñanza, así como la de la química y física expe­ rimental, podría extraerla el Consejo de los bienes de los jesuitas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz