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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS EN ESPAÑA... 37 En la universidad de Baeza había, a la sazón, tres cátedras de filosofía, «que se llaman de primero, segundo y tercer año, en las que se explica y confiere la filosofía por el célebre curso dominicano, trabajado a este inten­ to por fray Antonio Goudin, en esta forma: en el primer año, la lógica parva y magna; en el segundo, la física; y en el tercero, la metafísica, animástica y ética o filosofía moral: concluyendo y principiando curso to­ dos los años, y siguiendo los cursantes a un mismo maestro los tres años»37. La teología se estudiaba por la Summa , aclarada y amplificada confor­ me a la obra Clypeus Theologiae Thomisticae , de Juan Bautista Gonet. Sólo en esta facultad juzgaban conveniente alguna ligera modificación, consistente en «tocar sólo de paso y historialmente, así de la letra de santo Tomás como del Gonet, aquellos puntos meramente metafísicos y abstrac­ tos poco o nada útiles». Como texto para el estudio de la teología moral proponían la «suma» de Martín Wigandt, O.P., o la de Fulgencio Cuniliati, O.P. Es decir, el claustro se inclinaba en favor del tomismo imperante, al que pertenecen todos los autores preferidos para la enseñanza de la filosofía y de la teología. Parece repetirse en Baeza el caso, ya constatado en unas y que volveremos a constatar en otras universidades, de la supeditación de sus planes de estudios al trazado en 1762 por el general de la orden de Santo Domingo, plan acariciado por el propio Consejo de Castilla en la etapa inmediatamente anterior a la reforma y a la fiscalía de Campomanes38. Este último no opinaba que fuera innecesaria cualquier modificación de la enseñanza, al menos en las facultades de artes. Al hacer la revisión del «informe Orbaneja», reparaba en el punto referente al autor seguido y preferido por los catedráticos baezanos para dar la filosofía. Dos razones movían al fiscal para poner aquel texto en entredicho: el peligro de parti­ dismo que podría suscitar el estudio por él su proscripción de otras univer­ sidades por el rey. «Atendiendo a la necesidad que hay —escribía— de precaver todo espíritu de partido y facción de escuela y a que su majestad lo tiene así mandado para otras universidades, pudiera adaptarse en la de Baeza el curso del P. Jacquier, mínimo, y célebre matemático de la Sapientia de Roma»39. 37. Ibid., Antonio GOUDIN (ca. 1639-1695), Philosophia thomistica iuxta inconcussa tutis- simaque divi Thomae dogmata , 4 tomos (Lugduni 1671), obra muy reeditada. 38. Puede verse nuestro estudio sobre la reforma filosófica en Cervera ( NatGr. 33 [1986] 13s). 39. AHNC, leg. 5440, n. 2, ff. 144v-145. Francisco JACQUIER (1711-1788), Institutiones philosophicae ad studia theologica accommodata , 4 vols. (Romae 1749), también muy reeditada,

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