PS_NyG_1989v036n001p0007_0038

22 GERMAN ZAMORA y D. Antonio Sebastián de Cortés, canonistas, y D. Domingo Morico, matemático. Firmado [de] el Emmo. y Excmo. Sr. arzobispo cardenal de Solís, dicho Sr. asistente, y de D. Antonio Luis de Cárdenas, regente que fue de esta real Audiencia. Presen­ tado y aprobado provisionalmente por el Consejo extraordinario y Sres. obispos, del año 1768. En más de setenta pliegos, de que se compone dicho plan, son tantas, tan varias y exóticas las especies, que no es fácil extractar con extensión todas sin necesidad de mucho papel»16. Estudio de la filosofía «Cuatro años ha de estudiar un filósofo, y en ellos hora y media por la mañana y una a la tarde ha de enseñar, respectivamente, cada catedrático, según se vayan unos a otros sucediendo. En el primer año la rectificación de la percepción, o aprehensión de los objetos, el juicio, el discurso y el método, para que, sin horror, conozcan y entiendan formar las ideas de los objetos del entendimiento, sin valerse para esto de la forma silogística, sino de simples y sencillas reglas. En dicho año primero se les enseñarán los elementos de la matemática, aritmética, álgebra y geometría por las Filosóficas Instituciones de Fortunato de Brixia, y de un francés, cuyo nombre no hago presente, traduciéndolo al latín, como muchos pasajes del Fortunato, que en él se hallan impresos en italiano. Preparados así, entrarán con más luz a estudiar la filosofía [natural o física], que de ningún modo será la aristotélica, usando de máquinas e instrumentos que deberá tener la universidad para hacer sencillas las doctrinas. Si el filósofo no lo es sin entender la naturaleza de los cuerpos celestes y sublunares, de los astros y de sí mismo, deberá ocupar el tercer año en este estudio, que le facilitará la inteligencia de los principios de la astronomía para saber los movimientos de aqué­ llos, y la cronología para entender la ciencia de los tiempos. El citado Fortunato de Brixia conducirá para esta enseñanza; y se previene que la Compañía de Impresores de la corte hará con gusto la reimpresión para el uso de la universidad. Los principios de la óptica, catóptrica y dióptrica pertenecerán a la enseñanza de este año. Para la del cuarto se reserva la enseñanza de la teología natural o metafísica, siendo del cargo de los catedráticos enseñar la-existencia natural y perfecciones del Supremo Ente y la del hombre, explicando las funciones de sus potencias, sensaciones, etc. Y habrá un quinto año, que se llamará de pasantía, en que más se perfeccionen en la enseñanza de los cuatro antecedentes; y nuevamente se recomienda al citado Fortunato. 16. En el ms. 83-D-8 de la Colombina ocupa este extracto los ff. 150-159 (los ff. prece­ dentes corresponden al plan completo: de ellos se dedican los ff. 52-60 a la facultad de artes). Esta se reduce, en su extracto, a los ff. 155-156, que no recogen algunas «especies» interesan­ tes, como la relativa al estudio de la crítica'. «Creemos que no será buen lógico el que carezca de crítica, ni las reglas de ésta podrán darse en tiempo más oportuno que cuando se trata de formar y arreglar el juicio»); o excluyen algunos matices significativos, como el parcialmente favorable al silogismo, cuya memoria no quieren los planificadores que se pierda «enteramen­ te», por lo que aconsejan que, concluido el estudio de la lógica, se debatan algunas cuestiones de la misma en estilo escolástico (f. 52). Además, el autor del extracto, que lo comienza previniendo, como sobre su difícil labor, comete algunos errores, atribuyendo, por ejemplo, al plan original un quinto año filosófico de pasantía y la propuesta del manual de Brescia para matemáticas.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz