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LA REFORMA DE LOS ESTUDIOS FILOSOFICOS EN ESPAÑA... 19 bra y trigonometría. Con su auxilio logrará el estudiante poner, insensible­ mente, orden y claridad en sus pensamientos y producciones, «que es todo el fin de la lógica». Además, sin dichos elementos matemáticos es imposi­ ble entender la física, objeto del segundo y tercer años. Esta disciplina, que «de ningún modo será la aristotélica», comenzará estudiándose por su parte llamada física general o de las afecciones, princi­ pios y propiedades de los cuerpos, materia suficiente para rellenar no sólo el segundo año, sino varios meses del tercero, en el cual y en parte del cuarto se cursará la física particular (astronomía y mundo sublunar; crono­ logía y geografía; estudio de la vida y especialmente del cuerpo humano, con el proceso físico y fisiológico de nuestras percepciones). El resto de ese cuarto año se dedicará a la metafísica, «ciencia de cosas más elevadas y más que naturales» por tener por objeto «las sustancias espirituales según pueden percibirse por la luz natural»: Dios, objeto de la teología natural en sí mismo y en sus principales atributos, y el alma racio­ nal, principalmente en lo relativo a su origen y ‘comercio’ con el cuerpo (animástica). Propedéutica de la metafísica, o de las metafísicas especiales, debería ser la ontología, sin cuyo «previo estudio faltaría el idioma con que en la metafísica y ciencias que siguen se tratan las materias pertene­ cientes a Dios o a nuestra alma»; elementos de ese idioma son el ente real, posible, imposible, necesario, contingente, mutable..., la esencia y la exis­ tencia, la sustancia y el accidente, la noción de causa y sus divisiones. Brilla por su ausencia, como adelantábamos, en medio de una antropo­ logía tan rica e innovadora (embriología, fisiología, psicología experimen­ tal, etc.), la tan iluminística filosofía moral. Los autores elegidos para textos eran dos: Fortunato de Brixia, con sus instituciones filosóficas, ofrecía el ideas para un curso ecléctico de filosofía, porque en él se da cita «todo lo mejor de antiguos y modernos», v. gr., entre lo segundo, de Wolff, Newton, Malpighi, Boerhaave y Leibniz; y «Mr. Rivard» para el estudio de las matemáticas, que no les parecía tan satisfactorio por el manual de Brescia13. 13. BCS, ms. cit., ff. 52-60, y F. A gü ILAR Piñal, Plan de estudios, 117-130. Autores y obras de textos aludidos en el plan eran: FORTUNATO (Ferrari) De Brescia, franciscano, ecléctico (1701-1754), muerto en Madrid, y autor de una física titulada Philosophia sensuum mechanica methodice tractata atque ad usus académicos accommodata (Brixiae 1735-1736) y de un tratado de lógica y metafísica de título paralelo: Philosophia mentis methodice tractata atque ad usus académicos accommodata (ibid., 1741-1742, reeditada). Compuso también un Elementa matheseos ad mechanicam philosophiam in privatis scholis tradendam et comparan- dam accommodata (ibid., 1740, 1750, 1759), elementos que parecieron «faltos, cortos y oscu­ ros» a los reformadores héticos, por lo que propusieron los de Domingo Francisco RlVARD (1697-1778), Elements de mathématiques, en su cuarta edición (París 1744).

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