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18 GERMAN ZAMORA rancia, en la que mantuvo por mucho tiempo a Europa, y de la que no se han podido sacudir algunas naciones hasta el siglo pasado». Estas y otras muchas líneas del mismo retratan al equipo de quien proceden, pero su ataque se dirigía a un hito más concreto, como era el dominio de la filoso­ fía aristotélica en nuestras universidades, mantenido y defendido, según ellos, por ambos odiados «espíritus». De ahí la importancia que atribuyen a su eliminación como paso previo para libertar las inteligencias del yugo de Aristóteles y sus seguidores: «Desterrados y proscritos de nuestras uni­ versidades los dos espíritus, de partido y escolástico, las tenemos por con­ siguiente purgadas y libres de la filosofía aristotélica y sistemática»12. Las novedades del plan en terreno estrictamente filosófico respecto del de 1767. No afectaban a la orientación que debía seguirse —el eclecticismo asistemático («estimamos se requiere en el día para no abandonar lo bueno antiguo que conviene saber, y contraer el método moderno que ha de hacer nacer y formar el buen gusto»), sino al modo de llevarla a la práctica: duración del estudio de la filosofía, reparto de su tiempo, libros de texto. La función de la filosofía consiste en disponer el juicio a la adquisición de conocimientos sólidos, distinguir lo verdadero de lo falso, traza el orden de la verdad y bondad y arreglar con método las percepciones de las cosas. Este cometido puede cumplirlo en cuatro años, con hora y media de clase por la mañana y una hora por la tarde, dedicadas a sus partes princi­ pales, la lógica, la física y la metafísica, con las ciencias auxiliares. En el primer año se cursará la lógica, o «arte de pensar», deteniéndose en cada una de las cuatro operaciones de la mente (simple percepción, juicio, raciocinio y métodó)\ al estudiar el juicio se hará hincapié en la importancia de la crítica y sus reglas para rectificarlo. «En la cuarta [opera­ ción] se hará conocer el método analítico y sintético, el de estudiar y dispu­ tar con arreglo y sin extravíos». No se dará a esta asignatura el desterrado tratamiento escolástico o silogístico, para no recaer en el defecto que se intenta rehuir, si bien, «para no perder enteramente la memoria del silogis­ mo», podrán añadirse a la lógica algunas cuestiones en estilo antiguo. Dentro de ese primer año y a continuación del estudio de la lógica, para que el alumno ejercite lo aprendido según las exigencias del rigor, la precisión y claridad científicas, se explicarán las matemáticas, «verdadera lógica práctica»; comprenderán elementos de geometría, aritmética, álge­ bra y trigonometría. Con su auxilio logrará el estudiante poner, insesible- 12. BCS, ms. 83-D-8, f. 50v. F. Aguilar Piñal lo ha publicado con el título de Plan de estudios para la universidad de Sevilla por Pablo de Olavide. Estudio preliminar (Barcelona 1969). En algunos pasajes del plan se da a la facultad de artes el nombre de física , pero en los centrales, atañentes más directamente a la misma, se la denomina filosofía.

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